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Casi dos años de ocupación ilegal llegaron a su fin. Las últimas 30 familias que resistían en el asentamiento Sol del Oeste se fueron del lugar, ubicado a metros del Centro Cívico Grand Bourg, porque la Justicia había dictaminado su desalojo.
Los okupas reclaman un predio para vivir y ahora esperan que la Subsecretaría de Tierra y Hábitat les solucione el problema habitacional y los habilite a instalarse en Atocha. Ayer el paisaje era otro en Sol del Oeste. Tablas, lonas, cartones y chapas que esperaban ser trasladadas. En la margen sur del terreno, que da a la calle Reyes de España al 3.000, estaban apostadas las precarias viviendas. Existía un alambrado olímpico del que solo quedó la hilera de los postes; allí estaban los ranchos fabricados con lo que tenían.
La Justicia fue la que dictaminó el desalojo y esa decisión fue la que rechazaron con una manifestación, el lunes pasado, frente a Casa de Gobierno. Con pancartas, eran más las mujeres las que pedían una solución.
El asentamiento Sol del Oeste empezó a formarse hace dos años. Y varios fueron los intentos de la Policía por sacarlos del lugar donde se habían instalado en forma ilegal. Uno de los enfrentamientos se produjo en agosto de 2011 y luego en plena calle Mitre, frente a la Legislatura.
Reclamos
“A nosotros la Policía ya nos sacó a balazos varias veces; a ellos no les importa que hayan niños, mujeres o abuelos. Por eso es que ante la orden de la Justicia de desalojar, nos vamos a ir por cuenta propia. Ya no queremos más violencia”, dijo una de las mujeres con más consenso llamada Pamela Ordoñez.
Las familias decidieron trasladarse, pero a un terreno cercano. Los okupas advirtieron que “desde allí ejercerán la última presión para que los funcionarios del Gobierno provincial, de la Tierra y Hábitat nos entreguen los terrenos prometidos”.
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