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El fútbol argentino sigue a merced de los grupos violentos que se mueven dentro de los clubes, ahora la facción Los Álamos de la barra brava de Quilmes dio una temeraria muestra de poder al ingresar, a los tiros, a la tribuna popular del estadio cervecero para velar a uno de los hijos de su líder durante el partido de reserva ante Unión, todo con autorización del club.
“Tiraron un par de tiros, buen cagazo me pegué, estaban atrás del arco donde yo estaba”, publicó en su cuenta de Twitter Joaquín Papaleo, arquero de Unión.
Como consecuencia del revuelo, el árbitro decidió parar el partido hasta que los hinchas se retiraran del estadio. “Mientras jugábamos contra Quilmes, entró un montón de gente con un cajón, tuvieron que parar el partido, se quedaron un rato y se fueron”, explicó el arquero del tatengue.
El grupo Los Álamos es uno de los que se encuentra en plena pelea para controlar la tribuna del cervecero, y en esta oportunidad decidieron hacer una temible demostración de poder. Durante el partido de reserva ante Unión, un importante grupo de personas ingresó a la tribuna a los tiros con el cajón en el que se encontraba el hijo de José María, líder de la facción, quien falleció en un accidente tras chocar con una moto mientras era perseguido por la policía tras robarle a una pareja.
Lo más llamativo de todo fue que contaban con el permiso del club para realizar la demostración, según contó el entrenador del equipo santafesino: “Nos habían dicho que estaba estipulado en el entretiempo, por suerte no pasó nada en el campo de juego”, comentó el técnico de Unión, Horacio Humoller. Pero lo más curioso del caso es que el club Quilmes es presidido nada menos que por el senador nacional kirchnerista Aníbal Fernández, quien muchas veces señaló que su club no contaba con barra brava y si existía él no tenía ningún tipo de contacto ni les daba entradas de favor. Entonces cabe una pregunta: ¿Quién les dio permiso a los barras para ingresar al estadio?