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Un mensaje que preocupa. Estremecedor fue el relato de Alfonso Severo, testigo clave por el crimen de Mariano Ferreyra, quién estuvo desaparecido por más de 24 horas. “Dejate de joder con el ferrocarril. Ni la policía, ni los Derechos Humanos, ni la Presidente te van a salvar”, le dijeron los captores a Severo. El exgerente ferroviario declaró ayer ante la Justicia casi seis horas y ratificó su postura de testificar en el juicio por la muerte del militante del Partido Obrero.
Según trascendió de fuentes en el lugar, Severo aseguró que estuvo toda la jornada “arriba de una furgoneta, tapado boca abajo, tapado con una frazada” y que el vehículo sólo circuló unos 20 minutos cuando se lo llevaron y luego permaneció quieto durante 22 horas.
Asimismo, con una importante precisión de detalles, recordó su liberación. “Nadie me quería ayudar mientras deambulaba, estaba descalzo y con los precintos, era muy feo, hasta que me ayudó el empleado de diario Popular”, relató.
Sobre las horas que estuvo secuestrado, trató de no dar detalles. “Estaba como metido en una bolsa, escuché algunas cosas, pájaros, gallinas y el paso del tren. En un buen momento escuché limpialo al gil. Creo que me hice pis encima”, se quebró.
Horas después de la declaración en un medio radial ratificó que testificará: “Voy a declarar porque tengo las pelotas suficientes”.
Alak y su extraña vinculación
El Gobierno nacional se refirió a la desaparición de Severo exclusivamente a través del ministro de Justicia, Julio Alak. En principio descargó responsabilidades sobre la víctima, ya que “aclaró” que fue el mismo Severo el que no había solicitado ingresar al programa de protección al testigo. Pero horas más tarde llegó lo más confuso e insólito por parte del funcionario nacional. Es que Alak vinculó la desaparición de Severo con un golpe a la Presidenta en una maniobra por la ley de Medio, hecho que se lo adjudicó al Grupo Clarín.
“Está denunciando un hecho gravísimo para amedrentar a la Presidenta, al Gobierno y al Parlamento para que no avance en un acto decisivo como es dar por cumplido al proceso de desinversión que tiene que cumplir el multimedio Clarín”, dijo el ministro de Justicia.
Señalan un “autoatentado”
La empresa estatal Ferrobaires apuntó ayer contra Severo, el exempleado ferroviario, al asegurar que está denunciado en siete causas judiciales distintas por las que fue despedido de la empresa. “Se encuentra actualmente despedido de este organismo en virtud las gravísimas injurias laborales cometidas por el mismo que hicieron absolutamente imposible la prosecución del vínculo laboral”, señaló un comunicado difundido por Ferrobaires, sin informar la fecha en que fue desvinculado de su puesto.