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Susana Freydoz no levanta la cabeza, mira al piso, mira sus manos. Este año fue fatídico para ella desde su primer día. Fue cuando disparó contra su esposo, el gobernador de Río Negro, Carlos Soria. Ayer, la fiscal Laura Pérez pidió la pena de prisión perpetua para la mujer y descartó el atenuante de la emoción violenta.
Ante la Cámara Primera en lo Penal de General Roca, Laura Pérez consideró que Freydoz cometió un homicidio agravado por el vínculo calificado por el uso de arma de fuego y pidió que se la condene con la pena máxima prevista en el Código Penal. Carlos Soria murió en su casa el 1 de enero luego de recibir un disparo. En sus alegatos la fiscal también descartó que el disparo que recibió el mandatario rionegrino haya sido accidental.
Según el análisis de las pruebas con las que cuenta la fiscalía, aquel 1 de enero Susana Freydoz y Carlos Soria no habrían forcejeado con el arma y rechazó la hipótesis del disparo involuntario. Soria recibió un l balazo en la cara que le causó la muerte.
La escena del crimen fue la chacra de Paso Córdoba, a las afueras de General Roca, en la madrugada del 1 de enero último, luego de una cena familiar y a pocos días de haber asumido como gobernador.
Freydoz, única acusada del crimen, fue luego internada en el hospital de Cipolletti y la justicia nunca le dictó la prisión preventiva, aunque llegó a juicio oral imputada del delito de homicidio agravado.
Tras el alegato de Pérez, que culminó con el pedido de pena para Freydoz, será el turno del abogado defensor, Alberto Riccheri.
Al referirse a las pericias psiquiátricas practicadas sobre Freydoz, Pérez criticó duramente al médico de parte, Carlos Cornaglia, ya que consideró que en su extenso informe cayó en contradicciones, incluso hasta el punto de diagnosticar patologías que son incompatibles en una misma persona.
Freydoz se encontraba presente en la sala de la Cámara Primera del Crimen de General Roca donde se vienen llevando a cabo las audiencias, a pesar de que en jornadas anteriores se le había permitido retirarse a una sala contigua. Siempre en silencio, aún desde antes que ocurriera el crimen, Susana Freydoz -inmutable- escuchó los argumentos de la fiscal del caso.
Argumentos de la defensa
El abogado defensor, Alberto Ricchieri, apeló en sus alegatos a demostrar la inimputabilidad de Freydoz al considerar que quedó probada en el juicio una patología de celos extremos de la mujer hacia Soria desde hacía un tiempo antes del trágico desenlace.
También la defensa apuntó a cuestionar las pericias realizadas en la escena del crimen y posibles fallas en la intervención médica hacia Soria por parte de los profesionales que llegaron a la chacra de Paso Córdoba minutos más tarde en una ambulancia. Según el médico de guardia, el exgobernador ya se encontraba sin vida cuando lo asistieron pero de todos modos se le practicaron tareas de reanimación.
Los testigos
Tres amigas íntimas de Susana Freydoz y uno del gobernador rionegrino asesinado Carlos Soria detallaron la obsesión de celos y sospechas que padecía la viuda, en el momento que se realizó la cuarta jornada del juicio .
Elsa Romagnoli, una de las amigas más cercanas de Freydoz, describió ante los jueces cómo fueron incrementándose las sospechas de infidelidad y los celos de la imputada ante funcionarias jóvenes y otras mujeres.
Romagnoli señaló que Freydoz controlaba llamados y mensajes de su marido. También Stella Maris Bonet y Elena Pereyra de Mller coincidieron con el testimonio de Romagnoli, y afirmaron que en los últimos dos años la conducta obsesiva de Freydoz fue en aumento.