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Una respuesta que no conformará a los familiares de las víctimas, pero que aumenta las sospechas sobre un trámite que parece resignar la posición argentina. El canciller Héctor Timerman le informó al fiscal Alberto Nisman, a cargo de la causa AMIA, que no le puede revelar los detalles de las conversaciones que está llevando la Argentina con Irán en el marco de la investigación de la masacre que en 1994 mató a 85 personas.
“Tratándose de un proceso de negociación diplomática entre Estados, las partes han acordado mantener reserva de su contenido mientras dure el mismo”, respondió el Palacio San Martín.
El oficio enviado a la Unidad Fiscalía lleva la firma del director de Contencioso de la Dirección de Jurídico de la Cancillería, Agustín Medrano.
El documento señala que se mantuvieron “tres reuniones con representantes de la República Islámica de Irán, en Ginebra”, durante las cuales “las delegaciones trabajaron en el propósito de explorar un mecanismo legal que no esté en contradicción con los sistemas legales de Argentina e Irán en los puntos fijados por los cancilleres de ambos países en el comunicado conjunto del 27 de septiembre de 2012, en los márgenes del 67 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU”.
Con esta respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores dio por cerrada la inquietud del Ministerio Público, que desde hace años viene solicitando la captura de un grupo de iraníes para interrogarlos por las sospechas que los señalan como los organizadores del atentado.
El fiscal Nisman había solicitado la información a pedido de las entidades judías AMIA y DAIA, querellantes en la causa por la voladura de la mutual, y fue por eso que causó sorpresa la escueta respuesta oficial. El presidente de la AMIA, Guillermo Borger, declaró que “esperamos que nos mantengan al tanto, ya que dijeron que se deben a las víctimas” y resaltó “la obligación de saber” que tienen “víctimas, querellantes y familiares en esta causa”.
Una negociación muy hermética
Hace dos semanas, expertos legales de Irán y Argentina mantuvieron una serie de reuniones en Suiza para analizar el planteo de la Justicia federal local, que sospecha que un grupo de funcionarios iraníes organizó y llevó adelante el atentado con bomba que voló la sede de la AMIA. Fue en ese marco que funcionarios del Gobierno iraní anunciaron públicamente que una vez más rechazaban cualquier responsabilidad de sus ciudadanos en el atentado y daban por cerrado el diálogo.
Timerman, por su parte, hizo una exposición ante la prensa en donde informó que hubo “resultados positivos” en las negociaciones que se estaban desarrollando, aunque aclaró que esas diligencias se mantenían reservadas.