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Al albo se le hace todo cuesta arriba en el tramo final de la fase regular del Argentino A.
Un fantasma acechó a Gimnasia y Tiro el domingo último en el clásico con Central Norte, el mismo que sobrevoló el año pasado con las cuatro derrotas consecutivas en la era Raúl Antuña. Aquel que indicaba que al albo le costaba reponerse de las adversidades. Pero al equipo de Víctor Riggio no le queda otra que despedazar cuanto antes aquel mito y apagar todas las alarmas encendidas. No solo está obligado a ganar el domingo a Unión Sunchales (jugarán a las 19.30 en el Gigante del Norte) y sacar los seis puntos restantes, sino que además deberá rezar para que sus rivales se caigan.
Y justamente hablando de fantasmas y de rachas adversas, al equipo de la Vicente López lo siguen persiguiendo las lesiones: a Juan Carlos Cartello se le sumó ayer Pablo Rodríguez.
El Mecha arrancó siendo una fija en la práctica de fútbol vespertina de cara al choque con el verde de Sunchales, ubicado junto a Miguel Monay en la función de doble cinco. Pero tras un choque con un compañero sufrió un fuerte golpe y un desplazamiento de la rodilla derecha que lo dejó tendido. El jugador se realizará en las próximas horas una serie de estudios para confirmar si la lesión lo dejará al margen de la primera de tres finales que le quedan al equipo del Tano.
Lo que sí quedó confirmado es que César Albornoz jugará por primera vez en el año, en reemplazo del juvenil Esteban Burgos; que Nicolás Issa relevará a Cartello o a Rodríguez (uno de los dos no jugará), y que Ivo Chaves tendrá su primera y gran oportunidad en desde el arranque, en reemplazo de Eduardo Burruchaga.