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Nos encontramos en una sociedad donde la apariencia es fundamental por lo tanto “si solo somos cuerpo, éste debe ser atractivo”, dicen los psicoanalistas. En este terreno, el sujeto queda excluído y sobrevive la imagen. En la sociedad postmoderna, la obesidad se ha convertido en un estigma y en las nuevas relaciones sociales predomina la imagen, frente a la caída de los ideales.
“La delgadez no vale si no es saludable”, dice la psicóloga Irma Silva, pero ¿es posible para todas las mujeres?¿no es un mandato de por sí violento?, se pregunta la profesional.
Tenemos así que la anorexia nerviosa y la bulimia camufladas con diferentes nombres, tienen en la web sus sitios de encuentro y propagación con miles y miles de adolescentes de la Argentina donde la industria de la moda, la vorágine del consumo y la cultura de la imagen determinan la vida de las personas. Allí se encuentran instrucciones para vomitar, carreras de adelgazamiento, y trucos para que la familia no se entere de nada.
“La muerte por trastornos alimentarios no tiene mucha prensa, ya que la causa del deceso en una guardia se asienta como paro cardiorrespiratorio, pero la estadística marca que pierden la vida 3 de cada 10 anoréxicas, y un alto porcentaje apenas sobrevive”, señaló Silva.
El problema es tan grave que por ley, la obesidad, la bulimia y la anorexia fueron incorporadas al Programa Médico Obligatorio que deben cubrir las obras sociales. En las últimas décadas se realizaron grandes avances científicos en el estudio de enfermedades.
Algunas de las más conocidas
Pregorexia: Este trastorno afecta a las mujeres embarazadas y consiste en la obsesión por estar delgadas durante el período de gestación debido al miedo a engordar.
Para lograrlo realizan peligrosas acciones como privarse de la comida e incluso inducirse el vómito, lo que les lleva a situaciones de alto riesgo.
Síndrome del comedor nocturno: Las personas con este problema llegan a consumir el 70% de las calorías de una jornada durante la noche.
No tienen hambre en el día, pero el apetito es feroz al anochecer. Pueden llegar a comer varias veces hasta la madrugada. Una de las características es que buscan pequeñas raciones que van saciando la ansiedad.
Drunkorexia: Estos pacientes se privan de comer para consumir bebidas alcohólicas, con el único objetivo de no aumentar de peso. Son las jóvenes las que suelen sufrir la obsesión por estar delgadas, pero a la vez tienen altos niveles de adicción al alcohol por eso reemplazan la comida o reducen las raciones para poder consumir más bebidas alcohólicasy, de esta manera, mantenerse flacas. Se caracterizan por conocer los porcentajes energéticos de los alimentos y licores de manera de poder realizar el cambio sin remordimientos. El problema es que tienen el control de las calorías pero no de los nutrientes por esa razón se alimentan de manera peligrosa.
Vigorexia: Este trastorno o desorden psíquico asocia belleza con aumento de masa muscular. La mayor parte de las horas del día están dedicadas a realizar ejercicios físicos y a pensar en poder llevar a cabo una dieta rica en alimentos protéicos para así aumentar la musculatura del cuerpo. Existe un aislamiento social y laboral ya que este trastorno emocional puede llegar a evolucionar en un cuadro obsesivo-compulsivo, a lo que se le suma una alteración nutricional, metabólica y deformación corporal. Es más común en los hombres.