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En Anta, el departamento que más cabezas de ganado concentra en Salta, los establecimientos agropecuarios cuentan con buenos cercados y corrales mejor vigilados que en otras zonas. Aún así, se denunciaron desde comienzos de año varios golpes de cuatreros.
Uno de ellos afectó al establecimiento Ceibalito, sobre la ruta nacional 16, en las cercanías de El Tunal. Allí carnearon una vaquillona en el lugar y se ensañaron con siete animales más con disparos de armas de fuego, cuchillos y machetes.
Otros robos de hacienda fueron denunciados en las fincas El Picaflor (González) y San Antonio (El Tunal).
En el Valle de Lerma
Productores del Valle de Lerma denunciaron que tampoco ven en los campos que se extienden desde San Lorenzo, Campo Quijano y Cerrillos hasta Moldes, La Viña y Guachipas, operativos de la Policía Rural ni controles en carnicerías y al transporte de productos cárnicos.
Un productor de Rosario de Lerma, Sergio Marinaro, fue uno de los primeros en advertir, a fines de 2011, el retroceso de la división rural de la Policía. Ante el robo de animales de su propiedad, Marinaro había realizado una denuncia telefónica y los dos agentes que mandó la fuerza especial llegaron a su finca en un colectivo del servicio interurbano de pasajeros.
Desde hace seis meses, en el Valle de Lerma volvieron presentarse los robos y carneos de vacunos. La mayoría de los productores de la zona tiene sus animales encerrados, pero los cuatreros aprovechan la noche, rompen los alambrados, sacan los vacunos de los corrales y los faenan en los descampados, dejando solo despojos. Así terminó más de una vaca lechera valuadas en $12.000.