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Hace quince días Juventud Unida Universitario de San Luis estaba en descenso directo y el domingo asumirá el primer encuentro en Salta, ante el santo, con la ventaja deportiva de cerrar la serie en su provincia.
Desde que asumió Pablo Marini como entrenador, tras la primera fecha de las reválidas en reemplazo de Fabio Giménez, los puntanos levantaron en lo anímico y, en consecuencia, en lo futbolístico. Ganó tres partidos: 1-0 a Maipú en Mendoza, igual resultado ante Cipolletti en Río Negro y el domingo último goleó 3-0 a Huracán de Tres Arroyos. Empató dos, 1-1 ante CAI y 0-0 frente a Gimnasia de Concepción del Uruguay, los dos en San Luis.
En la última fecha zafó del descenso directo, evitó la promoción y clasificó a los play-off de la segunda fase. Entró primero en la reválida Sur, el líder fue CAI, pero al entrar en promoción cedió su lugar.
El torneo para los de la juve fue con demasiados altibajos, perdió o empató partidos sobre el final. Tuvo muy buenos primeros tiempos y pálidos segundos 45 minutos.
Marini juega sobre la base de un equipo con un único delantero definido: Claudio Bustos (ex-Belgrano de Córdoba) o Wilson Albarracín; y doble enganche: Marcos Fernández y Patricio Landa Garza, quien se posiciona como un 5 adelantado. Los volantes externos son Cristian Garraza y Carlos Lucero, el central Claudio Cevasco (ex-Chacarita). Los cuatro del fondo: Fernando Morán, Darío Medina, Gabriel Ojeda, Ariel Selzer (ex-Argentinos Juniors). El arquero, Del Vecchio.
Fernández (ex-Deportivo Morón, Gimnasia e Independiente de Mendoza) es el cambio de ritmo y Landa Garza la pausa. Garraza, el jugador más regular. Tiene buen recambio en Martiní, el central Leandro Caballero y el lateral-volante por izquierda: Mauro Aguirre. (Alejandro Magdaleno, del diario La República de San Luis)