inicia sesión o regístrate.
La controversia sobre las prácticas religiosas en las escuelas públicas se mantiene en niveles de alta intensidad. Un grupo de padres se opone a la antigua tradición de que los alumnos recen a la entrada o la salida de clases, de la misma manera en que cantan alguna marcha patriótica o izan la bandera. Para muchos otros padres, se trata de algo casi natural.
El 23 de febrero el juez Marcelo Domínguez resolvió el amparo que habían presentado padres salteños que denunciaron prácticas discriminatorias con el patrocinio de la ADC (Asociación por los Derechos Civiles). Domínguez dispuso que cesen las medidas por las cuales se imponen prácticas católicas en las aulas públicas para todos los chicos y que se modifiquen los programas de Religión para favorecer la libertad de conciencia.
El Ministerio de Educación apeló la medida, pero comunicó a los docentes la obligación de acatar el fallo.
El ministro Roberto Dib Ashur ratificó ayer la disposición: “El juez dice que debe cesar la imposición de prácticas religiosas católicas en las escuelas públicas y nosotros lo hemos comunicado a las escuelas a través de una circular”, dijo en diálogo con El Tribuno. “Los docentes saben que no deben obligar a rezar ni imponer sus propias creencias y costumbres a los alumnos”.
¿Qué ocurre si, como verificó El Tribuno, algunas directoras siguen iniciando la jornada escolar con un rezo?
“No lo pueden imponer. Y si alguna familia siente que lo están haciendo debe recurrir a la Justicia o al Ministerio, que de inmediato iniciará el trámite administrativo”, enfatizó Dib Ashur.
El ministro puntualizó que “nuestro principio es el respeto por la diversidad; de hecho, hay nueve maestros de religión evangélicos, nombrados a solicitud de esa iglesia”.
“Por una parte, debemos actuar en el marco de la ley. Por otra, el marco ético es el del respeto por las personas y sus convicciones. No podemos aceptar que se violenten las conciencias -precisó Dib Ashur-. El objetivo es respetar la realidad religiosa y la tradición cultural; cultivar el pluralismo, la comprensión y la tolerancia y educar en los valores”.
En la Corte
La Corte de Justicia de Salta debe analizar las apelaciones contra este trascendental fallo que prohibió la imposición de rezos en las escuelas públicas y ordenó que la materia de formación religiosa se adapte para garantizar la igualdad de cultos.
El Ministerio de Educación apeló la sentencia del juez porque consideró que la demanda inicial se refería solo a las horas de enseñanza religiosa y que el fallo resolvió sobre cuestiones que no estaban relacionadas.
También pidieron una revisión del fallo los padres, porque el magistrado no aceptó declarar la inconstitucionalidad de la formación confesional, como reclamaban los padres.
Las apelaciones pasaron a la Corte y ahora se espera que el alto tribunal se expida sobre el caso.