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El 31 de agosto de 2011 fue uno de los días más tristes en la Argentina. Candela Sol Rodríguez, una nena de 11 años, fue hallada muerta en un basural. En diez días de afanosa búsqueda, esa niña se convirtió en la obsesión de todos. Cadenas de oración, marchas y pedidos desesperados inundaban el ánimo argentino. ¿A quién no se le escapó una lágrima con la fatal noticia? ¿Quién no quiso justicia en ese momento? ¿Quién no quiere justicia ahora? Todos los imputados están libres.
La causa volvió a foja cero y la herida vuelve a sangrar. Ya no hay detenidos. La Sala Tercera de la Cámara Penal de Morón declaró nula la causa. Liberaron a los ocho imputados, apartaron del caso al juez Alfredo Meade y al fiscal Marcelo Tavolaro.
Hasta este duro fallo de los camaristas, la hipótesis estaba centrada en una “venganza no convencional” de la que se desconocían los motivos. Tal vez el caso comenzó a desnudar una trama de corrupción policial, judicial y política. Tal vez nunca se sepa la verdad.
Candela Sol Rodríguez desapareció a las tres y media de la tarde del lunes 22 de agosto de 2011. Ese día le pidió permiso a su mamá, Carola Labrador, para ir a la casa de una amiga. A las ocho de la noche, Carola denunció que no regresaba al hogar, en la comisaría de Villa Tesei y comenzó el calvario.
Fernando Burlando, el abogado más mediático del país, representa a Carola y sobre ésto se especuló que habría sido contratado por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para sellar la historia sin salpicar a la policía. Burlando lo negó rotundamente y aseguró que tomó el caso porque lo conmovió.
La madre de Candela hizo un pedido desgarrado de justicia y reveló muchos detalles en un diálogo conmovedor con El Tribuno.
¿Cómo estás después de saber que todo vuelve a foja cero?
Es otra muerte de Candela. Estoy mal, muy mal, viviendo una pesadilla, una película de terror. Me siento abatida, cansada, hace 8 meses que no tengo a mi hija y me quiero despertar todos los días y tenerla conmigo, verla crecer.
¿Por qué crees que pasó esta tragedia?
Pasa el tiempo y cada vez entiendo menos lo que pasó. Yo soy una mujer común, más bien pobre, una mujer de su casa. Mi hijita parecía más grande de la edad que tenía por su altura, tal vez pensaron que era más grande y se la llevaron para venderla, para hacerla trabajar, para la trata de personas, y se asustaron por la búsqueda tan grande y mediática que hicimos y la mataron. Pero estuvo 7 días viva y no la encontraron.
Dicen que podría haber estado con conocidos...
Dicen tantas cosas, tantas mentiras. Los medios me ayudaron en la búsqueda, pero después que apareció muerta mi hija, empezaron a decir barbaridades, que yo soy una mala madre, que lo que pasó es culpa mía o de mi esposo que está preso. Nos hizo mucho daño lo que se dijo y no es verdad.
¿Cómo ves que todos los imputados estén libres?
Mal. La Cámara dejó libre a mucha gente y entre los que estaban detenidos sé que está el asesino de mi hija. Para mí y para el doctor Burlando es así. Pero ahora hay que empezar todo de nuevo.
¿Me podrías decir a quiénes creés culpables?
Hoy no puedo decirte nada porque me da miedo. Están sueltos y me asusta. Si son ellos, están en la calle y si no son ellos, también. Así que hablar sin garantías, hoy, me da miedo.
¿Recibiste alguna amenaza?
No. Desde que murió Candela estamos con custodia todos y nos cambió muchísimo la vida. Ni trabajar puedo. Voy a la Iglesia y a visitar a mi esposo que está preso. El estaba por salir pero no lo liberaron porque los jueces también son hombres y mujeres influenciables. No entiendo por qué no salió.
¿Cómo está el papá de Candela?
Muy mal. Se va a morir de tristeza. Si yo estoy triste y hay días en que no me quiero levantar, él está el doble de triste que yo. Adelgazó más de 10 kilos, está enfermo y no tiene ánimo de vivir, llora mucho. La ausencia de Candela y la falta de justicia nos está matando.
Se dijo que Candela estaba muy adelantada para su edad, ¿cómo era en realidad?
Era un sol, un cascabel, una nena feliz, solidaria, compañera. Iba a los scouts y se preparaba para la solidaridad. Era muy alta para su edad porque su papá mide casi dos metros. Pero hacía las cosas de todos los chicos de su edad, 11 años, bailaba tango, iba a la escuela, lo normal.
¿Tenía novio?
No, por favor, qué novio! Hacía dos meses que se había hecho señorita, era una nena de 11 años, normal, de barrio. Lloré mucho cuando escuché tantas cosas feas sobre mi hija, pero ahora cambié la actitud.
¿Qué vas a hacer?
Comencé con las querellas. Grabo lo que dicen de mi hija, de mí, y nos veremos en la Justicia. Me sobra el tiempo porque Candela ya no está y yo tengo que cuidar su memoria. Tengo a 35 personas de los medios en las querellas. No tienen pruebas para decir que mi hija era una “loquita”, ni que yo vendía o vendo droga, puedo demostrar que soy una repostera, que yo vendía tortas y el que diga lo contrario, lo va a tener que probar.
¿Cómo sigue la causa?
Ahora entró un nuevo fiscal, Mario Ferrario; y un nuevo juez, Gustavo Robles, que no están contaminados con lo anterior y pienso que van a empezar de nuevo una investigación más limpia. La cámara anuló solo las indagatorias del fiscal, no las pruebas, así que las pruebas que hay siguen contando para la causa. Lo que encontraron en los allanamientos sigue en pie como prueba. Quiero creer que están en condiciones de empezar de nuevo y hacer justicia. Eso espero.
Bermúdez, el principal sospechoso, estuvo en la tele jurando que nunca vio a Candela, ¿le creés?
No. No quiero ni escuchar su nombre. Quisiera ahorcarlo con mis propias manos. Pienso que él mató a mi hija.
¿Por qué?
Porque tenemos muchos indicios de que estuvo en esa casa, tenemos test psicológicos de este hombre y condice con la forma en que murió mi hija asfixiada, cómo abusaron de ella, hay muchas pautas que lo incriminan. Dios quiera que Cande ilumine a los jueces desde el cielo y puedan rever toda la causa y hacer justicia.
¿Hay pruebas claras en contra de los imputados?
De algunos sí hay pruebas. Pero después de 8 meses se vuelve todo más difícil. Lo único que pido es que esto no quede en la nada, por mi hija.
Durante la búsqueda de Candela, parecía que vos conocías a quienes la tenían secuestrada. ¿A quién le hablabas?
Yo desde el primer día hice todo lo que me indicó la policía, hice mucho caso, fui una buena alumna de la policía, ellos me decían lo que yo tenía que decir y yo hacía tal cual lo que me pedían, porque quería encontrar a Cande, sólo eso.
¿Creés que la Policía no la encontró a propósito?
No puedo decir nada sobre eso porque no soy investigadora, ni jueza, soy sólo una mamá a la que le mataron la hija y que espera justicia para poder seguir viviendo.
¿No es raro que la hayan encontrado tan cerca de tu casa después de casi 10 días de búsqueda?
Es muy raro. Siete días viva, una nena de 11 años, con tanta policía buscándola... es muy raro. La encontraron en un basural unos cartoneros, el cuerpo lavado, limpio, sin la ropa, con el anillo que le regaló su tío puesto en el dedo, no se lo habían robado. Todo me atormenta por lo raro que es.
¿Tenías deudas?
Le debía 30 pesos al carnicero, 20 pesos al panadero, porque vivía con 1.200 pesos. Te repito, yo soy repostera, hacía tortas y puedo probarlo. Mi marido estaba preso hacía un año y medio. Si se hubiera quedado con un vuelto lo hubieran matado en el penal donde la vida vale menos que un paquete de yerba. La mafia no se maneja así, la hubiera acribillado en la puerta de mi casa para decirnos “mirá cómo nos cobramos tu deuda”, pero no la iban a tener siete días viva y abusarla y matarla como lo hicieron estas bestias. Esto es otra cosa.
¿Qué cosa?
Creo que se la llevaron para venderla, para la trata de personas. La veo a la mamá de Marita Verón y sufro por ella, me parte el corazón esa mujer, y pienso que yo haría lo mismo si creyera que mi hija está viva. Pero a mí me la dieron muerta.
¿Entonces considerás que la pudo raptar una red de trata de personas?
Si, totalmente. Era tan linda, alta, coqueta, impecable, que puede ser que la estuvieron siguiendo. Por algo la tuvieron 7 días viva y como la marcha por su búsqueda se hizo enorme, la nena era una brasa caliente para ellos. Capaz que se sintieron acorralados y no tuvieron tiempo para sacarla, para entregarla, y la mataron.
Dicen que la peinaban y la bañaban durante el secuestro...
Nada que ver. A Candela la encontré muerta con el mismo peinado con el que se fue de mi casa ese 22 de agosto. Su cuerpo estaba desnudo y muy limpio, pero no bañado, sino lavado con una hidrolavadora para borrar evidencia, seguramente, porque a la ropa nunca la encontramos. La mataron y la lavaron. No es que la bañaban y la peinaban sus conocidos, como quisieron hacer creer.
También se especula con que Candela habría hablado con vos estando cautiva...
No. Ojalá. La ultima vez que escuché su voz fue ese maldito lunes 22 de agosto a las tres y media de la tarde cuando se iba y me dijo “me voy má, te amo” y se metió la mano en el bolsillo y me dijo “tengo siete pesos acá”, y yo le contesté: “llevalos, son míos”. Y nunca más escuché la voz de mi hija.
¿Cómo lográs que te represente Fernando Burlando?, porque dicen que es un abogado muy caro...
No sé si es muy caro, pero yo no lo podría pagar nunca. Siempre digo que mi hija murió y me mandó el mejor abogado del país. Creo que Candela está en el cielo y me ilumina, me encontré con el doctor Fernando después que murió Candela. Todo pasa por algo. El doctor me ayuda gratuitamente y no necesita que yo le pague. Todo su estudio nos ayuda. Humanamente Burlando es excelente, me da vergüenza lo mucho que me ayuda a mí y a mis hijos. Hasta zapatillas les compra y los ayuda para que no abandonen el colegio. Es demasiado humano, un hombre excelente. Muy buena gente.
¿Y por qué dice Burlando que decidió representarte?
Porque a él le impactó mucho la carita de Candela, porque le impactó la causa, porque es papá de dos nenas preciosas y a medida que fue conociendo a Candela, a mi familia y a mí, se dio cuenta que somos gente sencilla y humilde de verdad, y no como quisieron pintar las cosas.
¿Qué mensaje querrías dejar?
Que quiero justicia. A mí me investigó la policía desde el principio, siempre fui tratada como sospechosa y me presté para que me investiguen y estoy totalmente limpia. Yo no soy actriz, mi discurso no está guionado, siempre digo solo la verdad y la voy a decir un millón de veces porque soy una mamá que se quedó vacía, sin su nena, destrozada. Quiero justicia y que los asesinos de Candela estén presos para siempre, que no tengan una vida, como mi hija, a quién le cortaron las alas, la vida a los 11 años.