No habló sobre las expensas que le paga Vandenbroele ni tampoco sobre el supuesto tráfico de influencias.
Sin aclarar sobre el allanamiento efectuado el miércoles por el juez Daniel Rafecas en uno de sus domicilios, Boudou salió a atacar ayer a la Justicia, a los medios y a todos los que le reclaman una respuesta por la denuncia de supuesta corrupción en el caso Ciccone.
Es que el vicepresidente de la Nación decidió dar una conferencia de prensa, sin preguntas y muy solo en el Senado de la Nación, y ante el “silencio oficial” por la revelación de que su supuesto testaferro, Alejandro Vandenbroele, pagaba las expensas del departamento allanado de Puerto Madero.
Lo cierto es que Boudou se dedicó a aclarar que, durante su gestión como ministro de Economía, “no llevó adelante ninguna acción para favorecer a la empresa Ciccone”. Sobre el irregular levantamiento de la quiebra de Ciccone con tasas a 0,5 por ciento mensual y sobre por qué vive en un departamento a nombre de una empresa no dijo una palabra, ni siquiera para desmentirlo.
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No habló sobre las expensas que le paga Vandenbroele ni tampoco sobre el supuesto tráfico de influencias.
Sin aclarar sobre el allanamiento efectuado el miércoles por el juez Daniel Rafecas en uno de sus domicilios, Boudou salió a atacar ayer a la Justicia, a los medios y a todos los que le reclaman una respuesta por la denuncia de supuesta corrupción en el caso Ciccone.
Es que el vicepresidente de la Nación decidió dar una conferencia de prensa, sin preguntas y muy solo en el Senado de la Nación, y ante el “silencio oficial” por la revelación de que su supuesto testaferro, Alejandro Vandenbroele, pagaba las expensas del departamento allanado de Puerto Madero.
Lo cierto es que Boudou se dedicó a aclarar que, durante su gestión como ministro de Economía, “no llevó adelante ninguna acción para favorecer a la empresa Ciccone”. Sobre el irregular levantamiento de la quiebra de Ciccone con tasas a 0,5 por ciento mensual y sobre por qué vive en un departamento a nombre de una empresa no dijo una palabra, ni siquiera para desmentirlo.
En la misma sintonía, responsabilizó a “mafias” por las acusaciones en su contra, y acusó al juez Daniel Rafecas de montar “una agencia de noticias” y formar parte del “entramado mafioso”.
Aseguró que la investigación por el caso Ciccone es una telenovela mediática y también volvió a acusar a la empresa Boldt por el impulso a la causa por presunto tráfico de influencias en su contra.
Otro que cayó en las críticas de Boudou fue el fiscal Carlos Rívolo, quien lleva adelante la investigación.
Según dijo, se llevó adelante un allanamiento en un departamento de su propiedad “por el berrinche, la bronca que operó sobre el fiscal (Carlos Rívolo) y otros funcionarios cuando pensaban que cerraban un círculo cuando llevaban a declarar a juzgado a Guillermo Gabella”, representante de la empresa Boldt.
“Fueron a un careo y en el careo Gabella se desdijo, titubeó”, lanzó.
Pero no quedó allí. También atacó a los medios y aseguró que se ofrecieron U$S 3.000.000 para conseguir una supuesta foto suya con Alejandro Vanderbroele, imagen que, según aseguró, “no existe”.
Un largo párrafo aparte le dedicó a Héctor Magnetto, el CEO del Grupo Clarín, a quien acusó de llevar adelante un “brutal ataque a las instituciones”, y de ser un referente de las “mafias” en el país. No se salvó ni siquiera el procurador General de la Nación, Esteban Righi. Boudou señaló a su estudio por haber querido convencerlo de que trabe buenas relaciones con la Justicia.
Y remató con Adelmo Gabbi, el presidente de la Bolsa de Comercio, que lo visitó en 2011 en su despacho. “Me dijo que Tabanelli me iba a destruir, pero que yo podía arreglar con un número”, relató Boudou.