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El público argentino, que provocó un lleno total en la cancha del Parque Roca, disfrutó de otro éxito importante en la Copa Davis, que en esta ocasión llegó con un plus, y fue la consagración definitiva del tandilense Juan Martín Del Potro, el “as de espadas” del que habló Martín Jaite, cuando asumió como capitán del equipo.
En ese sentido, el tandilense tenía una deuda pendiente con los argentinos, ya que no había demostrado compromiso con la “causa” del tenis nacional, algo que cambió en forma radical ante los croatas, y por eso la ovación antes, durante y después del éxito final.
“Y pegue, y pegue ‘Delpo’ pegue” y “tomala vos, dámela a mí, esa es la Torre de Tandil”, fueron los cantos más escuchados en el Mary Terán de Weiss, de parte de un público ávido de ver buen tenis y también de identificarse con el campeón del US Open 2009, al que ven poco por estos pagos, habida cuenta de que tampoco suele jugar el ATP porteño en cada febrero.
Del Potro jugó y ganó en inferioridad de condiciones el viernes, cuando venció al gigante Ivo Karlovic, a pesar de que horas antes había superado un cuadro de vómitos y mareos, y ayer directamente aniquiló a Cilic, y además dedicó varios puntos al público, lo que generó un intercambio interesante de afecto recíproco.
“Vengo siempre a ver a ‘Delpo’ y jamás lo vi perder un set, es un crack y estoy seguro de que nos hará ganar la Davis de una vez por todas”, comentó un cordobés que se jactaba de su asistencia perfecta al predio de Villa Soldati.
Y es cierto el dato, ya que Del Potro ganó los cinco partidos que jugó en el Mary Terán de Weiss sin ceder ningún set, y su única derrota de local en la Davis fue en la final ante España en 2008, cuando perdió en Mar del Plata con el “zurdo” Feliciano López.
En Villa Soldati, la Torre de Tandil venció en serie a los rusos Nikolay Davydenko e Igor Andreev, al kazajo Mikhail Kukushkin y en la última serie a los dos croatas, sin ceder set alguno como dijo el hincha.