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El jugador es de Urundel, 56 km distante de Embarcación, y desde las 6.30 de la mañana trabaja como distribuidor en una agroquímica. Todo sea por el ascenso.
¿Cómo es el ambiente en Embarcación previo a la final?
Es impresionante lo que se vive porque este momento lo esperamos por más de tres años. Es impagable el cariño que nos brinda la gente, nos invitan a sus casas para compartir alguna comida y el esfuerzo que hacen para alentarnos.
¿Cuál fue la clave para llegar a esta final?
La verdad que fue un objetivo propuesto desde noviembre, cuando comenzamos a prepararnos para este torneo. La clave de haber llegado a esta instancia es la unión y humildad del grupo. La mayoría de nosotros trabaja y en nuestro tiempo libre entrenamos a consciencia para lograr cosas grandes.
¿Qué significaría el ascenso?
Esa palabra me pone la piel de gallina. Sería el premio a la gente que nos aguanta desde hace tiempo y, para nosotros, por los sacrificios que hacemos y porque no regalamos nada en ningún partido.
¿Para los clubes del interior es más difícil el TDI?
Sí, por ser del interior fue más difícil llegar hasta acá; merecemos ascender. Con el apoyo de la gente y de todo un pueblo vamos a lograrlo.