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Son varias las casas ubicadas en el centro de la ciudad que presentan signos de deterioro por su antigedad, pero dos llamaron la atención de los vecinos que se comunicaron con El Tribuno para alertar sobre el peligro que presentan por su fragilidad. Ambas están ubicadas sobre calle Córdoba, una a media cuadra entre Caseros y Alvarado, y la otra en la esquina de Córdoba y Alvarado.
Especialistas indicaron que fueron construidas varias décadas atrás cuando las normas antisísmicas no regían para las construcciones en la ciudad de Salta. Hoy están apuntaladas.
“Son casas viejas, sin normas antisísimicas. Si bien no conozco el motivo por el que están apuntaladas, generalmente ese tipo de viviendas se caracterizan porque las pérdidas de agua en las cañerías humedecen el suelo. Muchas fueron construidas sin vigas ni columnas”, explicó a El Tribuno, Carlos G”ttling, presidente del Colegio de Arquitectos de Salta.
En las fachadas hay grietas de tamaño considerables, principalmente en la ubicada en la esquina de las calles Córdoba y Alvarado, que podrían haberse profundizado por la cantidad de vehículos que pasan por esa calle.
“Los movimientos sísmicos también impactan y provocan las rajaduras, la humedad es otro factor a considerar, como la gran cantidad de colectivos, motos y vehículos pasan por aquí diariamente. Es una zona muy transitada”, observó un obrero que ayer estaba trabajando en una obra a solo metros de esas dos casas.
“El estado de estas casas no es resultado solo de los movimientos sísmicos”, coincidió Ricardo Alonso, doctor en Geología.
Las casas más antiguas del microcentro salteño resguardan estilos que escapan a lo contemporáneo, por ello se insiste en su conservación.