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Javier Castrilli es palabra autorizada a la hora de hablar de fútbol y políticas de seguridad. El Sheriff (apelativo que se ganó en la década de los 90, por su rigurosidad a la hora de impartir justicia) en una extensa charla con El Tribuno criticó al Gobierno nacional por la inacción que demuestra para combatir un flagelo tan preocupante como la violencia en el fútbol.
¿Cuál es su lectura de lo que está ocurriendo hoy en el fútbol argentino, cuando en lo que va del año ya suman diez las muertes en las canchas?
Cuando no hay políticas de seguridad claras, orientadas a la consecución de objetivos a largo, mediano o corto plazo es previsible que esto ocurra. No me sorprenden en absoluto las muertes que lamentablemente se produjeron. Está más que claro que los barrabravas están apoderándose cada vez de mayores y mejores espacios dentro de cada club, logrando institucionalizar la violencia como algo natural. Lo que reina en el fútbol es la impunidad y si el Gobierno y la dirigencia del fútbol siguen sin actuar esto se va a poner mucho peor. No se puede seguir yendo detrás de las tragedias.
¿Piensa que habrá soluciones a corto plazo?
Soluciones hay, lo que no existen son las políticas medidas que tiendan a solucionar este flagelo. Yo fui funcionario de seguridad durante cinco años y en ese tiempo desarrollamos un proyecto que quedó inconcluso. Se ha involucionado al respecto y las consecuencias están a la vista. Si se sigue depositando solamente en la Policía la responsabilidad de la seguridad, obviamente seguiremos cayendo en el mismo camino.
Usted fue el impulsor de crear una policía deportiva, la cual ahora muchos dirigentes están reclamando...
El 23 de septiembre de 2003, bajo mi mandato, se creó lo que hoy se denomina el Donca (operaciones urbanas y deportivas), en la Policía Federal. Yo mismo la diseñé en ese momento. No es una idea que hoy surja como novedosa. Lo que ocurre es que a través del tiempo, los distintos jefes que tuvo la Federal redujeron esta agrupación (Donca) a ser más de lo mismo. Y hoy en día es solo una fuerza de choque más, que no tiene la especificidad dentro del ámbito futbolístico, para el cual fue ideada en un principio. También habíamos impulsado la creación de foros dentro de la Justicia que atiendan exclusivamente la problemática del fútbol, algo que hoy se impone.
De ese proyecto inconcluso que dice, ¿hoy se están tomando muchas cosas?
Que no le quepan dudas. Nosotros, entre otras medidas, impulsamos la transformación de la infraestructura de los estadios para que la totalidad de los espectadores estén sentados. Ideamos la implementación de un sistema de identificación doméstico cruzado para que todos los asistentes a las canchas sean identificados. Estas no fueron ideas que nacieron de un día para otro, creadas por un grupo de trasnochados, sino que fueron debidamente pensadas luego de recorrer y hacer un estudio de políticas comparadas con distintos lugares del mundo, donde dieron excelentes resultados porque se tomó la violencia y la seguridad en el fútbol como un problema de Estado. Eso es lo que hoy necesitamos en el país. Los gobernantes tienen que entender que si se quiere un “fútbol para todos” mucho antes deben pensar en una “justicia para todos”.
¿Siente impotencia por no poder hacer nada en este escenario violento que tiene el fútbol actual?
No, lo que siento es mucha tristeza de que vivamos en un país donde lamentablemente no aprendemos de nuestras propias experiencias y, mucho menos de las experiencias ajenas. La solución está al alcance de la mano, hay que pensar por encima de las diferencias que existan y buscar un cambio a partir de las coincidencias de ideas. Ahora, si de distintos estamentos políticos no coincidimos en desterrar la violencia en el fútbol y erradicar a los barrabravas me parece que estamos complicados.
¿Alcanza con implementar el derecho de admisión para frenar el accionar de los barras ?
En seguridad, y no hablo solamente del ámbito deportivo, ninguna medida de por sí garantiza la solución de nada. Estamos hablando de problemáticas estructurales que requieren una batería de medidas particulares y complementarias que puedan generar un escenario distinto. Por ejemplo la quita de puntos en su momento aportó soluciones y ahora habría que estudiar otras alternativas que surtan el mismo efecto.
¿Cree que el gobierno nacional mira para otro lado o realmente no sabe como actuar?
Hasta el momento la ausencia de medidas es alarmante, pero no solamente del gobierno nacional sino también de las provincias. Preguntemos ¿cuál es el plan de políticas públicas en cuanto a la seguridad del fútbol? y, nos vamos a sorprender porque no hay respuestas. El estado tiene la obligación de brindar un marco de seguridad a la gente y no prohibir absolutamente nada. Frente a esta situación lejos estamos de imaginar que el gobierno pueda brindar una solución porque no tie ne ideas ni planes.