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Además de ir al frente en la lucha contra los violentos, el presidente de Independiente Javier Cantero sabe lo que se viene, dado el crítico momento de Independiente en la tabla de descenso; pero el desafío le gusta. Javier Cantero, presidente del rojo, y uno de lo referentes en la lucha por erradicar a los violentos de las canchas, habló con El Tribuno, en su paso por nuestra ciudad: contó cómo imagina que será el próximo torneo y qué necesita el rojo para zafar de la promo.
“Cuando comience el campeonato e Independiente pierda dos partidos, los barras me van a venir a decir que soy un inútil y que Independiente se va a la B por culpa mía. Y los hinchas que no son barras también van a venir a decirme que por meterme con los barras nos fuimos a la B. La tengo clarísima”, explicó el titular del diablo pensando en lo que se le viene.
Independiente ya no puede hacerle la vista gorda al tema del descenso y el plan de Cantero de cara al próximo campeonato, que será uno de los más duros en la historia del club de Avellaneda, es: “Primero tengo que solucionar temas económicos para que nos levanten embargos en la AFA. Y de esta manera podremos traer refuerzos: no estamos buscando chicos que jueguen bien; sino hombres que se puedan bancar una gran presión, que, a pesar de los insultos, salgan a jugar y a ganar igual. Necesitamos hombres”, dejó en claro Cantero.
La mano viene dura. Pero el dirigente, por ahora, lo disfruta: “Este es un desafío que me gusta. Si todo estuviera bien, yo no sería el presidente de Independiente. Me gusta eso de sacar adelante las cosas”.
Cantero es uno de los dirigentes que busca combatir a los barrabravas y nada pareciera poder cambiar su accionar, ni siquiera las “advertencias” de algunos de sus pares. “Algunos dirigentes creen que yo voy a fracasar en esto. Yo pienso que fracasar es no pelear; los que fracasaron fueron ellos. Se entregaron; yo, por lo menos, estoy peleando”, sostuvo.
La lucha contra los barras no es para nada fácil. Las amenazas fueron y vinieron, pero Cantero está tranquilo, la tormenta parece haber pasado; pero puede volver. “Creo que la exposición pública me blindó y hace que si yo salgo de aquí, me resbalo y me lastimo, lo primero que se va a decir es que la cáscara de la banana me la puso la barrabrava; por eso ellos no me van a tocar. Quizás cuando todo se calme, cuando ya no sea presidente, cuando no salga tanto en los medios, quizás en ese momento me van a agarrar; pero es el riesgo que uno corre. Yo tengo tres hijos grandes, que viven lejos, pero si ellos tuvieran menos edad, quizás no pudiera hacerlo. Somos mi mujer y yo; y ella, por suerte, me está bancando”.
El presente de Independiente es alarmante, pero Cantero se muestra firme. Habrá que ver cómo marcha el rojo una vez que arranque el campeonato dado que ya lo acecha el fantasma de la promoción.