Pablo Schoklender presentó un escrito ante la Justicia en el que tomó distancia de su hermano Sergio y lo responsabilizó junto a Hebe de Bonafini del desvío de fondos destinados a la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
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Pablo Schoklender presentó un escrito ante la Justicia en el que tomó distancia de su hermano Sergio y lo responsabilizó junto a Hebe de Bonafini del desvío de fondos destinados a la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
‘Jamás me reuní con ningún otro político, por ningún tema, ni firme ningún convenio ni gestioné ningún subsidio. Nada‘, aseguró el menor de los hermanos Schoklender, quien está preso en el penal de Ezeiza como ‘organizador‘ de una asociación ilícita.
Pablo Schoklender estaba convocado para este miércoles a ampliar su indagatoria pero no concurrió por padecer de fuertes dolores de espalda, según informó su abogado Pablo Slonimsqui en el juzgado y en su lugar presentó el escrito.
‘Quiero dejar en claro algo que parece obvio, pero no lo es: yo no soy mi hermano‘, remarcó en el documento Pablo, quien reconoció que si bien ‘durante años‘ permitió que se hablara de los hermanos Schoklender ‘como si fuésemos siameses, no lo somos‘.
‘Somos dos personas totalmente diferentes, con amigos diferentes, vidas diferentes, y con acciones y responsabilidades también muy diferentes, en todos los ámbitos de nuestra vida, y en particular en relación con los hechos que se investigan en la presente causa‘, añadió.
En ese sentido, aclaró que ‘tampoco tiene nada en común la historia de cada uno con respecto a las Madres de Plaza de Mayo‘, donde -según dijo- Sergio ‘comenzó su relación con Hebe de Bonafini hace casi 20 años, viajó junto a ella por todo el mundo -llenando varios pasaportes- y compartieron infinidad de proyectos y actividades en las que yo jamás participé‘.
En contrario, aclaró que ‘hace dos años‘ empezó a ‘a tener un papel de relativa importancia dentro de la Fundación‘.
‘Mientras ellos firmaban los primeros contratos con el Gobierno para la construcción de casas, y se delineaban los rasgos fundacionales del proyecto Sueños Compartidos, yo gestionaba a favor de la creación de una biblioteca formada sobre la base de textos vinculados con los derechos humanos que pudiera ser repetida en cada escuela‘, dijo Pablo, quien recalcó que la única vez que mantuvo reuniones con funcionarios fue con la entonces senadora y ahora Presidenta, Cristina Kirchner, y con el entonces ministro de Educación, Daniel Filmus, ‘por temas que nada tienen que ver con los que se investigan en la presente causa‘.
Pero también criticó al juez Norberto Oyarbide por confundirlo con el hermano en dos oportunidades: ‘primero al imputarme a mi cosas que ha hecho él y ‘segundo al negarme la excarcelación invocando situaciones que, de un modo evidente, notorio, sostensible y manifiesto, solo lo involucran‘ a Sergio.
Pablo dijo que es ‘injusto‘ que se lo responsabilice ‘por todo el funcionamiento, desde su creación, de la Fundación cuando está muy claro quienes han sido los protagonistas de la historia‘.
Luego hizo referencia a que por ‘gestión personal de Hebe‘ se abrieron cuentas en los bancos Provincia y Nación, y que él prestó una que tenía a su nombre en el Credicoop ‘a los fines de evitar lo que sin margen de dudas supondría el colapso de la Fundación‘.
‘Todo el dinero que pasó por mis cuentas se aplicó a los destinos que me indicaron expresamente las autoridades de la Fundación‘, aseguró.
En otro de los párrafos criticó al juez Norberto Oyarbide al asegurar que ‘modificó por completo los términos de la imputación‘ que fijó en diciembre del año pasado el fiscal Jorge Di Lello ‘violando el principio acusatorio‘.
También disparó criticas porque le negó la excarcelación bajo pretexto que puede entorpecer la investigación: ‘estoy preso, con el fundado temor de permanecer en este estado por tiempo indefinido, a la espera que algún día termine una investigación que evidentemente se encuentra mal orientada‘.
Él y su hermano están acusados por el delito de asociación ilícita, en grado de ‘organizador‘ y ‘jefe‘, respectivamente, y se les imputa el haber desviado fondos públicos para fines propios y que recibía la Fundación Madres de Plaza de Mayo en el marco del programa ‘Sueños Compartidos‘.