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Y llegó el “día D”. El día del congreso, de la reasunción, de la división, de las advertencias y de las nuevas caras sindicales en la CGT. Es que hoy, como estaba previsto por el titular de la central obrera, Hugo Moyano, se realizará el cuestionado congreso en el que se “renovará” la cúpula cegetista, muy criticado por la oposición e impugnado por el Ministerio de Trabajo.
En esa línea, el camionero salió a pedirle a la jefa de Estado que “trate de recapacitar y ver que hay cosas que no se están haciendo bien y necesitan respuestas”. Y más adelante menos tibio, advirtió que al iniciar un nuevo mandato realizará “un reclamo muy firme al Gobierno”, aunque no dio detalles sobre el planteo y evitó confirmar si buscará avanzar con un paro nacional.
Cabe destacar que para llegar a esto, el líder sindical busca fortalecerse internamente y habría guardado un espacio fundamental, dentro de los 35 secretarios que ocuparán la flamante comisión directiva, para el petrolero Guillermo Pereyra. Lo cierto es que Pereyra también integra el directorio de la YPF expropiada por Cristina de Kirchner.
De todos modos, su amigo y titular de la Uatre, Gerónimo “Momo” Venegas, advirtió ayer que podría convocarse a otra medida de fuerza si no se reconoce a la nueva cúpula de la máxima entidad gremial. No explicitó fechas ni metodologías.
Y de la misma manera, el Gobierno porteño, por medio de su vicejefa, María Eugenia Vidal, salió a reclamar que el conflicto generado por la fractura de la CGT se resuelva “sin intervención de la Casa Rosada y con los representantes que los trabajadores han elegido”.
Así lo hizo saber ayer públicamente la “segunda” de Mauricio Macri y evaluó que el macrismo está “igual de distante o cercano del actual secretario general de la central obrera, el camionero Hugo Moyano, que en los últimos ocho años”.