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La tragedia de río Ancho ha destrozado anímicamente a las familias de las dos víctimas, a sus amigos y también a los novios, quienes no logran entender lo que les toca vivir.
La carátula sigue siendo “muerte dudosa”, a pesar del apuro manifiesto de las autoridades por dejarla cerrada como doble suicidio.
Por una parte, existen fuertes indicios sobre el estado de angustia que habría llevado a Luján Peñalva a una situación límite, aunque su familia descree del suicidio. Por otra parte, abundan los elementos como para pensar en una depresión prolongada de Yanina Nesch, quien no ocultaba alguna tendencia al suicidio.
Sin embargo, restan los exámenes toxicólogicos de los restos, que el juez Pablo Farah espera recibir hoy, y las precisiones, a partir del estudio anátomo patológico, sobre la fecha eventual de la muerte.
Todavía es un misterio lo que hicieron las jóvenes el sábado a partir del mediodía, y no parece sencillo el procedimiento que usaron para quitarse la vida, si es que lo hicieron.
El juez Farah, tomó ayer declaraciones testimoniales a I. M. G. de 17 años, novio de Yanina; Raúl Ezequiel “Dixon” Fredes, novio de Luján; Sebastián Arbilla, amigo de Fredes; y a su pareja, Victoria Noel Quarti, amiga de Luján, quienes habían compartido la noche previa a su desaparición, el viernes, con ellas.
Según se informó, el novio de Yanina reconoció que se habían peleado la semana pasada y relató que la joven de 16 años le había manifestado muchas veces los deseos de suicidarse. Sin embargo, dijo, el nunca creyó que lo hiciera.
Ezequiel, a su vez, aseguró que su relación con Luján era buena y que habían concurrido a un motel, donde la pasaron muy bien, dijo. Cuando llegaron a la casa de Luján, relató ante el juez, hubo una situación violentísima con los padres, quienes se oponían a la relación. De ahí el intercambio de mensajes donde Luján manifiesta su angustia. Ante el juez dijo comprender el dolor de los padres, pero que teme a sus reacciones.
Luego de tomar las declaraciones, el juez Farah considero que el cambio de la fecha de la data de la muerte de las jóvenes no es decisivo. “Hubo un error de interpretación, un comentario que fue realizado en el momento de las autopsias”.
Sobre la mancha de sangre hallada en el pantalón de Luján. “Eso va a formar parte del informe, incluidos estudios comparativos de ADN”.
El juez citará a declarar a los albañiles que contaron a El Tribuno que pasaron por el río poco antes del hallazgo de los cadáveres y que no vieron nada. También a la ferretera que habría vendido la soga a las jóvenes, a dos personas que acompañaban la carrera artística de Luján y a un vecino que las vio el sábado a mediodía.