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Un paréntesis que podría significar un antes y un después en un largo conflicto provincial. Es que los policías en huelga de Santa Cruz analizaban anoche, al cierre de esta edición, la propuesta salarial que hizo el gobernador Daniel Peralta, quien advirtió que todo depende de la “estrechez presupuestaria” que tiene la provincia, y aseguró que “lo primordial” es restaurar la seguridad.
Los ocho delegados de los autoconvocados se reunieron ayer, a la mañana, a solas con el mandatario provincial, quien les hizo un nuevo ofrecimiento salarial para intentar destrabar el conflicto que lleva casi 20 días.
Al salir, Peralta dijo a la prensa que el diálogo fue “franco, sincero y honesto”, e insistió en manifestar: “Necesitamos devolver a la provincia la policía que nos merecemos”.
“Lo imprescindible es restaurar, con nuestra policía, la seguridad en Santa Cruz”, aseveró en alusión a la presencia de agentes federales en el territorio provincial.
Los policías, que habían suspendido en la madrugada las medidas de fuerza para abrir esa instancia de negociación, comenzaron a reunirse por la tarde en asamblea y notificar a las distintas delegaciones el ofrecimiento salarial. En tanto, levantaron las carpas que habían instalado el jueves frente a la Casa de Gobierno, aunque mantuvieron las colocadas frente a la Jefatura de Policía.
Fuentes gubernamentales negaron anoche una nueva reunión entre las partes, y dijeron que recibirán las respuesta de los uniformados vía telefónica.
El nuevo ofrecimiento se enmarca en el decreto 11451/12, que modifica otro anterior, que Peralta firmó el jueves a fin de restablecer el esquema de seguridad en la provincia.
El decreto fija “a partir del 1 de julio de 2012 la suma de 20,91 pesos el valor punto el cual a partir de enero del 2013, quedará establecido en 21,10”.
El descanso presidencial
La presidenta Cristina Fernández viajó ayer a Santa Cruz donde pasará el fin de semana y retomará su actividad oficial el lunes próximo con un acto en la localidad bonaerense de Haedo.
Cristina no visitaba Santa Cruz desde el 8 de junio último. Fue en aquella oportunidad en la que, a poco de retornar a Buenos Aires, ordenó el regreso a Río Gallegos para traer a su hijo Máximo Kirchner que en la madrugada del lunes 11 fue sometido a una operación en la rodilla por una infección.
Para estar al lado de su primogénito en la rehabilitación, la mandataria permaneció en Olivos los dos fines de semana siguientes y luego no pudo viajar por la situación generada en Santa Cruz a raíz de la protesta salarial de la Policía.
Con el envío de la Gendarmería y la apertura del diálogo entre el gobernador Daniel Peralta y la policía santacruceña, se decidió finalmente que estaban dadas las garantías para la seguridad presidencial.