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Lo que parecía ser un sueño para un empresario africano se convirtió en una pesadilla. En Ogbadibo, una ciudad de Nigeria, un hombre de negocios, Uroko Onoja, murió tras sostener relaciones sexuales con cinco de sus esposas, informó el medio más importante de ese país, Daily Post.
En un país con gran presencia musulmana, por lo que la poligamia está a la orden del día, sucedió el lamentable hecho la semana pasada, cuando el exitoso hombre llegó de madrugada a su casa y tuvo relaciones sexuales con la más joven de sus seis mujeres.
Cuando se enteraron las otras cinco esposas, lo obligaron con palos y cuchillos a tener relaciones con cada una de ellas de forma sucesiva. Ahí es como comenzó la maratón sexual de Onoja.
Pero cuando la quinta se dirigía a la cama, Onoja había dejado de respirar. Pese a los intentos de las mujeres de reanimarlo, el hombre no había resistido tal desgaste físico.
Por este hecho dos de sus mujeres fueron arrestadas tras el extraño, pero real, incidente.
De esta manera en el estado de Benue, según el informe policial, las pericias calificaron el accidente que terminó con la vida del empresario como “violación hasta la muerte”. De esta manera describieron el destino final del hombre en cuestión.
En este marco se presume que el hombre (descrito como un filántropo que “contribuyó de manera positiva” al crecimiento de su comunidad) se resistió a las demandas, hasta que las esposas lo subyugaron.
La mujer más joven (con quien habría tenido relaciones antes de morir) dijo que sus cinco compañeras corrieron hacia el bosque cuando se dieron cuenta de que su marido había muerto, mientras que el jefe de la aldea, Okpe Odoh, reportó el hecho a la Policía. Aún se espera el resultado de la autopsia realizada al cuerpo del empresario.