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Un helicóptero que transportaba una delegación gubernamental se estrelló ayer en el sur de Sudán en medio de lluvias intensas y murieron sus 32 ocupantes, entre ellos un ministro del gabinete, un exasesor presidencial, dos generales y cuatro integrantes de un equipo de televisión.
La delegación viajaba a bordo de un helicóptero fletado rumbo al volátil estado de Kordofán del Sur para asistir a las oraciones del primer día de la festividad musulmana de Eid al-Fitr, que marca el fin del mes de ayuno del Ramadán.
El helicóptero se desplomó debido a las malas condiciones climáticas cerca de Talodi, un pequeño poblado a unos 650 kilómetros (406 millas) al suroeste de la capital Jartum.
La aeronave se estrelló en una montaña justo antes de aterrizar en Talodi, mientras las lluvias intensas en la región dejaron a los pilotos con “cero visibilidad”.
Un equipo de rescate que llegó al lugar tenía dificultades para identificar a las víctimas, ya que muchos de los cuerpos estaban chamuscados y despedazados.
La oficina del presidente Omar al-
Bashir difundió una lista de los 26 pasajeros y seis tripulantes que perecieron.
Ghadi al-Sadeq, el ministro de Dotación y un exasesor de Al-Bashir, Makki Balayela, estaban en la lista, así como los dos generales y otros funcionarios. Cuatro integrantes de un equipo de la televisión estatal de Sudán también murieron.
Sudán tiene antecedentes deficientes de seguridad aérea, con muchos accidentes de jets a la hora de aterrizar. A fines de 2010, un avión que transportaba a 36 pasajeros chocó al tocar tierra en la región de Darfur en el occidente sudanés, lo que provocó la muerte de dos personas.