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Las grabaciones de los médicos ya están en manos del jefe de fiscales

Sabado, 04 de agosto de 2012 12:39
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La Procuración ya tiene en su poder las polémicas grabaciones de un grupo de médicos del hospital de referencia en la provincia, en lo que respecta a la salud de los que más importan: los niños.

El diálogo es escalofriante. “Nos van a pedir explicaciones de esto y nosotros tenemos que argumentar buenas condiciones cuando ingresa acá, lúcido”, dice una voz. “Si un chico vomita una vez, me lo banco; dos, estoy muy nervioso, y si me vomita tres, tengo que salir desesperado a hacerle una tomografía que se tendría que haber pedido al ingreso”, le retruca otro. “A cualquiera de nosotros se le va a preguntar. El argumento tiene que ser éste, como defensa institucional y como protección médica, porque acá si no una cabeza va a rodar”, alerta uno. “Creo que el mensaje tiene que ser en ese sentido: el chico estaba clínicamente estable, no dejó nunca de ser asistido, siempre estuvo bajo control médico”, propone alguien.

Eso es lo que se puede escuchar en un audio anónimo que habría sido grabado en el Hospital Público Materno Infantil (HPMI). Hablaban de la muerte del changuito de siete años Luciano Martínez, oriundo del paraje vallisto de Isonza, en el departamento de San Carlos. Había sido derivado de urgencia desde el hospital de Cachi, con un fuerte golpe en la cabeza. Llegó a la madrugada del 29 de junio al hospital, aunque le hicieron la tomografía al mediodía y fue operado a la tarde, pero en menos de 48 horas el pastorcito calchaquí dejó de existir.

Lo que se puede deducir es que si a Luciano le hubieran hecho una tomografía en tiempo y forma, tal vez, hoy estaría con vida. También se llega a entender que, como eso no sucedió, algunos médicos sugerían estrategias comunicacionales para evitar que se los acuse de mala praxis. Querían unificar los criterios y argumentar que se había hecho todo bien, tal cual lo establecen los protocolos. Pero ahora todo está en la Procuración. Será el procurador general de Salta, Pablo López Viñals, quien tendrá que determinar si existió algún delito por parte de los profesionales, ya que ayer funcionarios del Ministerio de Salud le acercaron toda la documentación de la investigación interna que llevaron adelante. “Después de analizar el contexto legal con los abogados del Ministerio, y con el fin de colaborar en la investigación del caso, di instrucciones para que presenten todo lo que tenemos a disposición, directamente ante el procurador general de la Provincia”, explicó el ministro de Salud, Enrique Heredia. “Más que una denuncia es una solicitud para que se analice la información. Si se comprueba la existencia, prueba o inducción de un delito, será una determinación de la Justicia”, agregó.

“Hay fragmentos que en algunos aspectos no pasan de una junta médica común y corriente, que puede parecer crudo para el que no entiende o no es médico. Pero hay otros aspectos reprochables; personalmente no me gusta el tenor de la conversación. También hay una inducción de alguien que está grabando y buscando que otro diga algo. No es agradable, pero se hace un daño grande al deducir que este caso es una práctica habitual profesional, lo cual no es así”, dijo el ministro.

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