Como una forma de acercar optimismo a una actividad que vino sufriendo notables retrocesos en los últimos meses, el presidente de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren, estimó que la actividad industrial en el país repuntará durante el presente segundo semestre de este 2012.
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Como una forma de acercar optimismo a una actividad que vino sufriendo notables retrocesos en los últimos meses, el presidente de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren, estimó que la actividad industrial en el país repuntará durante el presente segundo semestre de este 2012.
“Estamos viendo que el segundo semestre parece un poquito más alentador. Lo que esperamos es que se detenga la caída y se mantenga el nivel de actividad, creciendo sobre el final del segundo semestre”, adelantó el titular de la UIA.
Al ser consultado acerca de qué cifras espera para la actividad, De Mendiguren adelantó por Radio 10: “Si este segundo semestre se mantienen (los índices industriales), podríamos terminar con un crecimiento del 2 o el 2,5 por ciento”.
El presidente de la entidad fabril explicó que el descenso respondió a “factores exógenos y problemas domésticos”, y responsabilizó principalmente por el hecho a la crisis económica europea y las trabas a las importaciones impuestas en el país.
Respecto a estas últimas, estimó: “Al ponerlas en marcha muy rápido trajeron problemas. Pero se van solucionando. Creo, a título personal, que en la medida en que el superávit se mantuvo -está en los 800 mil millones de dólares- me parece que estas medidas se están flexibilizando”.
Situación heterogénea
De todos modos, De Mendiguren aclaró que la situación de su área es “bastante heterogénea” debido a que en la UIA están nucleadas “desde una empresa a la que le va muy bien hasta una empresa a la que los controles a la importación le han dificultado su actividad y otras que pidan no sacarlos porque contra China o India no pueden competir”.
De Mendiguren pidió atacar de fondo el problema de competitividad y cuestionó a aquellos que defienden la idea de una devaluación. Opinó además que existe un problema en la forma de comunicar del Gobierno debido a que hay un desfase entre lo que verdaderamente sucede en el país y la “sensación térmica”. Para evitar esto se debe atacar el problema de la competitividad, que tiene que ver, entre otras tantas cosas, con el desarrollo de la logística, infraestructura, energía y la legislación laboral”, remarcó.