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El gobierno de la ciudad de Buenos Aires anunció que anoche dictó la “conciliación obligatoria” en el conflicto entre los trabajadores de subterráneos y la empresa Metrovías, que mantiene paralizado ese servicio de transporte desde hace seis días.
Pero ayer mismo y luego de más de seis horas de reunión en el Ministerio de Trabajo, el metrodelegado Néstor Segovia, confirmó que el paro que se inició el viernes pasado se prolongará durante 24 horas porque no llegaron a una acuerdo con la empresa Metrovías con la que discute mejores condiciones de trabajo y de sueldo.
“No quisimos discutir plata, solo condiciones de trabajo. La empresa dice que nadie le da la plata y ahora depende de la empresa que se levante el paro. Los trabajadores hicimos todos los esfuerzos”, dijo Segovia.
“Si Metrovías no puede resolver los problemas de los trabajadores, que de un paso al costado”, pidió. “Hoy el problema es la empresa que sigue teniéndonos de rehenes sin proponer nada. Somos rehenes los trabajadores y los pasajeros”, apuntó.
El paro de actividades comenzó el viernes pasado y hoy cumplirá su séptima jornada, lo que provocó un caos en el transporte público de pasajeros y malestar en los usuarios. “¿Qué le decimos a la gente? Que le pregunten a Macri. Nosotros hicimos todo lo posible para levantar el paro”, disparó Segovia.
El abogado de los delegados, Luis Ramírez, dijo que podría dictarse una conciliación obligatoria, y que en ese caso “los trabajadores deberán decidir cómo proceder”.
Pero Segovia se mostró duro en la postura al asegurar anoche mismo que “la empresa Metrovías está pintada”, insistió Segovia. ‘El subte es del gobierno de la ciudad, me da gracia que no conozcan el subte”.
Cruce entre Macri y Randazzo
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, calificó ayer al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, como un “pobre tipo”, y el funcionario nacional le respondió que “apela al agravio” porque “no le asiste ninguna razón” en el conflicto por los subtes.
El cruce se dio en medio del paro de los trabajadores del servicio de subterráneos y la disputa entre la Nación y la Ciudad por el manejo de los subtes y el Premetro, que la Casa Rosada le transfirió al Gobierno porteño. Macri cargó directamente contra Randazzo, quien lo había acusado de “mentir” por haber dicho que había existido una negociación por el traspaso del subterráneo.
Macri insistió en que “Randazzo habló con Horacio Rodríguez Larreta” y adjudicó la desmentida del ministro a que “como Aníbal Fernández, son pobres tipos que repiten lo que les mandan a decir”.