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Por falta de quórum, fracasó la sesión especial convocada para desarrollar el proceso de destitución del intendente cerrillano Rubén Corimayo. No concurrieron cuatro de los siete concejales que integran el cuerpo, lo que desde el oficialismo se interpretó como una clara señal de que la mayoría no votará a favor del proyecto. Momentos antes de la sesión, los ediles Gustavo Casimiro y Mirian Valdiviezo plantearon la nulidad de todas las sesiones del año invocando que el período ordinario finalizó el 30 de diciembre de 2012 y que las convocatorias fueron dispuestas por la presidenta, Mabel del Valle Burgos sin aprobación del total de miembros y sin las mayorías agravadas que exige la ley. En el mismo sentido se expidió el concejal Fidel Zapana.
Recurso de apelación
A su vez, el intendente Corimayo interpuso un recurso de apelación ante la Corte de Justicia contra la resolución que dio inicio al juicio político esgrimiendo que se violó la garantía del debido proceso. En la impugnación dejó constancia de que, a pesar de que la Constitución Provincial exige que aprueben la apertura los dos tercios del los miembros (cinco votos), solamente aprobaron el proyecto tres concejales.