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Otro triunfo para Marcos Patronelli en cuatriciclos y el cuarto lugar en autos para el mendocino Lucio Alvarez, quien se metió dentro del pelotón de elite del rally, fue el balance para los argentinos tras la tercera etapa del Dakar Perú-Argentina-Chile, que unió ayer las ciudades de Pisco y Nazca, en el desierto del inca.
Los otros vencedores de la etapa, que tuvo un total de 343 kilómetros, de ellos 243 km de velocidad pura, fueron el chileno Francisco “Chaleco” López (KTM) sobre dos ruedas (motos) y el qatarí Nasser Al Attiyah (Buggy) en autos.
Patronelli, quien había ganado la segunda etapa en Pisco -según su propia definición, “el verdadero comienzo del Dakar”-, y comenzado con un tercer puesto en la primera, logró afianzarse cómodo en la punta de la general con una ventaja de 21m 18s sobre su escolta, el piloto de Emiratos Arabes Sebastian Husseini.
Hoy, el Dakar se adentrará en la cuarta etapa, que unirá Nazca con Arequipa, en la anteúltima escala en el desierto peruano. “La de hoy (por ayer) fue una linda etapa y tener ese tiempo a favor es bueno, te da tranquilidad para largar al día siguiente, pero no me permite especular porque recién estamos en el tercer tramo”, reflexionó Marcos Patronelli.
Detrás del piloto de Las Flores, el segundo en arribar a la meta fue el veterano polaco Rafal Sonik (Yamaha), 15m 44s después. El podio lo completó Lukasz Laskawiec (Yamaha), a 16m 20s del vencedor, y luego llegaron el argentino Gastón González (Honda) a 16m 23s y el chileno Ignacio Casale (Yamaha) a 20m 19s.
En autos, Lucio Alvarez volvió a demostrar lo mucho que le “encantan” las dunas con un cuarto puesto en una de las etapas más complicadas para quedar tercero en la general. El mendocino llegó detrás de Al Attiyah -quien sumó su 15ª victoria-, del estadounidense Robby Gordon (Hummer), quien venía hecho una furia, y del francés Peterhansel. “Salió todo redondo, pero hay que mantener la cabeza tranquila”, expresó.
Hoy, Nazca-Arequipa
Las motos y los cuartris tendrán hoy un enlace de 429 km y un especial de 289 km, con la etapa 4 Nazca-Arequipa. Los autos recorrerán 429 km de enlace y 288 km de especial.
En la última edición del Rally Dakar el descubrimiento de las dunas fue doloroso para muchos. Al comienzo de la especial, las dunas siguen y se parecen; se cuentan por millares en un interminable campo de arena capaz de desestabilizar a los mejores técnicos. En sentido inverso, Stéphane Peterhansel y Nani Roma, ambos expertos en paso de dunas, dejaron cada uno cerca de un cuarto de hora, a riesgo de perder los dos primeros lugares en la clasificación general. Y en esta nueva edición sudamericana, el nivel de dificultad será aún más elevado. La etapa reina de la primera semana es aún más picante para los motoristas: tendrán escalofríos al afrontar una pendiente de 2 kilómetros, cuyo porcentaje relega la bajada de Iquique al rango de un tobogán para niños.