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Los bomberos que combaten algunos de los peores incendios forestales en el estado más poblado de Australia se preparaban el sábado para un deterioro de la situación, con mayores temperaturas y vientos que aumentarán el peligro en los próximos días.
En las Montañas Azules al oeste de Sydney, en el estado de Nueva Gales del Sur, hubo ya 193 casas destruidas completamente y otras 109 seriamente dañadas por un incendio forestal que alcanzó el jueves su peor momento, según confirmó ayer el Servicio Rural de Bomberos de ese estado australiano.
Daños muy considerables
El daño anunciado el sábado fue más del doble del considerado el día anterior y seguramente aumentará a medida que los equipos de valoración y la policía avanzan por la zona arrasada en busca de sobrevivientes y víctimas.
La destrucción provocada por los incendios también alcanzó otras regiones, pero las cifras de esos daños no estaban disponibles, según dijeron ayer las autoridades de Nueva Gales del Sur.
Hay 68 focos ígneos activos
Con 68 incendios forestales en desarrollo, 22 de los cuales estaban ayer completamente descontrolados y con condiciones climatológicas sumamente peligrosas, según las pronosticadas hasta fines del jueves, las autoridades aguardaban lo peor para los próximos días.
“Podríamos ver condiciones muy, muy difíciles en las Montañas Azules en los próximos días”, dijo el comisionado del Servicio Rural de Bomberos, Shane Fitzsimmons, en declaraciones realizas al canal de televisión Nine Network.
“La razón por la que estamos especialmente preocupados es que llegamos al jueves pasado sin muchos incendios”, explicó.
“Encaramos ahora un clima totalmente adverso, con muchos incendios activos y descontrolados y, literalmente, con un frente ígneo de 500 kilómetros de extensión, que debe ser combatido.”, continuó.
Mal pronóstico
El comisionado rural de los bomberos de Nueva Gles del Sur dijo además que “ello ofrecerá graves problemas si vemos un clima caluroso y ventoso, como se pronostica seguramente para mediados de la semana entrante”, agregó.
Un hombre de 63 años murió de un ataque cardíaco el jueves cuando protegía su casa de las llamas en Lake Munmorah, al norte de Sydney, y por lo menos cinco personas, incluyendo tres bomberos, fueron atendidos en hospitales por quemaduras e inhalación de humo, dijeron las autoridades en el último parte oficial conocido ayer por la tarde.
Investigan a responsables
Tal como se suponía, puede haber responsables. La policía investiga las denuncias de que dos muchachas de 12 y 13 años intentaron prender una hoguera el viernes en una zona boscosa en el extremo occidental de Sydney.
Los bomberos pudieron apagar un incendio de escasas proporciones en esa zona sin que hubiera daños materiales.
Pero la policía dijo que las chicas fueron interrogadas y dejadas en libertad sin cargo alguno, aunque confirmaron que la investigación continúa. Los investigadores de incendios dolosos examinan el origen de varios de los más de 100 incendios que en los últimos días amenazaron las aldeas en torno a Sydney.
La época de sequía en Australia, donde el clima es normalmente seco, es considerado siempre como de gran peligro para las masas boscosas por las condiciones meteorológicas propias de la isla.
Suelen desatarse en buena parte del país unas “tormentas secas”, con gran cantidad de truenos y caída de rayos, sin que llueva ni un gota.