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25 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Sepa el campo cómo votar

Viernes, 25 de octubre de 2013 02:14

 

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Hace un mes leíamos en estas páginas un detallado trabajo que informaba respecto del desarrollo agrícola del norte salteño y su vital importancia. El autor era nada menos que el presidente de un emprendimiento agropecuario modelo, Desdelsur SA, el economista José María Macera.
En alusión a las prohibiciones que imposibilitaron ese desarrollo después del año 2009, muestra con impecable detalle técnico “lo que no se produjo”, “lo que no se recaudó”, los empleos directos y jornales nunca concretados y el efecto multiplicador nunca logrado.
Las cifras que menciona resultarían atractivas para la economía de cualquier provincia necesitada de generar riquezas y la autoridad que impone quien y desde donde lo afirma no admite discusión.
El ejercicio se hace solo sobre la actividad agrícola, para el departamento San Martín, con un avance de 30 mil hectáreas año, totalizando unas 120 mil hectáreas al cuarto año (2009-2012).
Con la intención de aportar al trabajo de Macera, quiero recordar que las superficies incorporadas a la producción anteriores al Ordenamiento Territorial, sobre todo en la región norte provincial, venían de la mano de la actividad ganadera, en la que se invertía lo generado por granos como refugio de divisas. Diferenciaba categóricamente a Salta de otras regiones del país donde “el grano corrió las vacas”.

Datos elocuentes

Los datos ya convertidos en indicadores son elocuentes. Acompañando ese avance de los cultivos de granos, entre 2000 y 2007 el stock ganadero bovino en Anta creció 134%, en Rivadavia 142%, en General San Martín 289%, en Orán 239%. En Rosario de la Frontera y Metán, donde había menor superficie nueva para desarrollar alcanzaron un 60% y 9% respectivamente.
Queda claro que el desarrollo concretado por esos años encontraba en ambas actividades una sinergia paralizada después de 2009.
Referenciemos lo dicho por Macera en su trabajo y proyectemos sobre los otros departamentos del norte provincial. ¿Cuántas serían hoy las hectáreas de granos y cuántas las ganaderas por esa actividad generadas? ¿Cuánta infraestructura habría incorporado la ganadería en caminos, instalaciones, captación de agua, etc.?
Frecuentaba charlar sobre estos temas con un “conocedor”, que desgraciadamente ya nos dejó: el ingeniero Roberto Neumann afirmaba -y coincido- que en “Salta había lugar para 20 Desdelsur”.
Alguna lectura rápida o sesgada sobre lo que digo puede pensar que esto solo le sirve a los grandes productores. Curiosamente, el mismo día que publica el economista Macera su artículo, encontramos otro de Eduardo Buzzi, de visita por Salta. El presidente de la Federación Agraria Argentina, entidad que nuclea en su inmensa mayoría a pequeños productores, decía: “El panorama del campo salteño es muy complicado”.
Esos pequeños productores aún esperan que se termine el culebrón de la compra de maíz que ya lleva no se cuanto tiempo de idas y venidas sin que se pueda concretar el aporte que esperan. Independientemente de que sea acertada o no la dieta o su costo, para los contados animales que puedan quedarle. Por otro lado circuló por estos días una contradictoria publicación del Partido Justicialista que afirma que en Salta creció el área cultivada entre 2008-2013, un 35%, de las cuales unas 380 mil hectáreas son pasturas. Con esa superficie de nuevas pasturas y sin aumento de stock ¿necesitamos pedir a Nación una ayuda de 10 millones de pesos para asistir la emergencia de pequeños productores? Saque usted conclusiones.

Hay que pensar en 2015

Imposible votar ahora sin pensar en 2015. Los electos legisladores de hoy “sobrevivirán” a quienes elijamos en las ejecutivas de Nación y Provincia dentro de dos años. Estamos obligados a ver el futuro y a quiénes sentamos en el Congreso Nacional y a quiénes en la Legislatura Provincial. Como colaboramos desde nuestro lugar a mitigar los efectos negativos que puedan llegar a Salta por decisiones centrales equivocadamente alimentadas desde lo local. Debemos comenzar con claros mensajes, de orden técnico, de integración productiva, con objetivos definidos y concretos. Por ejemplo, incorporar la mayor cantidad posible de nuevas superficies a la producción, políticas sanitarias que nos permitan emerger de la comprometida situación sanitaria de la ganadería salteña, redefinir y modificar los objetivos nunca alcanzados del Plan Estratégico de Desarrollo Provincial de 2009.
El voto será un buen comienzo. El diario del próximo lunes, ya puestos los resultados de la elección en curso, dejará claro qué peso tiene el voto del “campo” o “cómo votó el campo”. El tiempo dirá si acertó o no.

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