¿Cree que el ataque a la casa del gobernador de Santa Fe Antonio Bonfatti marca un antes y un después en la historia del narcotráfico en Argentina?
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¿Cree que el ataque a la casa del gobernador de Santa Fe Antonio Bonfatti marca un antes y un después en la historia del narcotráfico en Argentina?
El caso Bonfatti puede reflejar dos posibilidades: que el gobernador sea un irresponsable o que sea un perverso. Si el Estado de Santa Fe está realizando una lucha contra el narcotráfico con personal idóneo, de ninguna manera el gobernador puede haber estado sin custodia a menos que sea un irresponsable. Y sería un perverso si, sabiendo que podía ser blanco de un ataque, se jugó para hacer del hecho algo que podía tener incidencia en las elecciones.
Creo que en el tema del narcotráfico, tanto Bonfatti como el Gobierno nacional son cómplices en una cosa: ninguno de los dos quiere que la población sepa la magnitud real del problema.
Para la comunidad internacional, más precisamente para la oficina del Crimen y Droga de Naciones Unidas, el narcotráfico en Argentina ya es un problema de seguridad internacional.
No obstante, el problema de fondo Argentina ya es un problema de seguridad nacional en sí mismo por la virulencia de la amenaza.
Argentina es el único país del planeta que no tiene un sistema de seguridad nacional. Aquí seguridad interior, seguridad pública y seguridad ciudadana son sinónimos y eso en el mundo no es entendido así.
¿Qué opina de la decisión que tomó el Gobierno nacional de trasladar gendarmes de la frontera norte a Buenos Aires?
Eso muestra la magnitud del problema conceptual porque solamente se puede tomar una medida de ese tipo cuando se piensa que el narcotráfico no es un problema de seguridad nacional, sino un problema de seguridad pública del área metropolitana de Buenos Aires. Eso en el mundo no ocurre.
¿Qué políticas hay que aplicar en la frontera en lo inmediato?
No es un problema que se resuelva con un parche. La Argentina ya tuvo 30 años de parches. Lo que necesita el país, de una vez por todas, es un reconocimiento de los errores.
En un Estado federal, las fuerzas, las agencias, los juzgados y las fiscalías tienen una organización diferente a los Estados unitarios. Todo este ordenamiento es lo que hay que arreglar.
La provincia de Salta ha preferido delegar en el Estado federal funciones que hacen a la seguridad estratégica del Estado provincial. Hay que asumir que ser federales implica tomar riesgos y responsabilidades. Eso es lo que no hacen los gobernadores. El gobernador de Salta, como es aliado del Estado nacional, nunca va a hablar sinceramente de la profundidad real del problema en la provincia. Es lo que sucede con diputados salteños que, en vez de representar a los salteños, representan a sus alianzas.
¿Qué opina de la posibilidad de que haya una ley de derribo de vuelos ilegales en Argentina?
Existen en los países que tienen los medios necesarios para derribar. Nuestro país no tiene ningún medio. Por otro lado, el problema en la Argentina es que nuestra elite política no tiene la valentía para asumir la responsabilidad de apretar el botón rojo. ¿Quién sería el que ordene derribar un avión? La política querría que sea un juez. Si un juez va a actuar antes del hecho, estamos destruyendo el sistema jurídico de la Argentina. La Justicia no actúa antes, sino después del hecho. Como en el país los políticos no quieren asumir la responsabilidad de derribar aviones, son leyes que carecen de sentido.
¿Qué funciones delegó la Provincia en la Nación?
Las provincias deberían reconstituirse como Estados federales. Para eso tienen que dar jurisdicción política a los departamentos provinciales para descentralizar territorialmente de manera más sustentable todas las políticas públicas.