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El designado ministro de Economía, Axel Kicillof, se convirtió en los últimos dos años en una de las figuras del gabinete con mayor influencia a partir de imponer criterios de mayor participación estatal en la actividad económica.
Kicillof será a partir del miércoles el octavo ministro de Economía en poco más de diez años de presidencias kirchneristas, en una lista que incluye a Roberto Lavagna, Felisa Miceli, Miguel Peirano, Martín Lousteau, Carlos Fernández, Amado Boudou y Hernán Lorenzino.
El nuevo ministro asumió como secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo el 10 de diciembre de 2011, al iniciar Cristina Fernández su segunda Presidencia.
Desde entonces fue ganando espacios de poder al tiempo que el saliente Lorenzino acotaba sus funciones al manejo de la deuda pública y presencias internacionales.
El ahora nuevo jefe del Palacio de Hacienda nació el 25 de setiembre de 1971, tiene 42 años y es licenciado y doctor en Economía de la Universidad de Buenos Aires, donde desarrolló una intensa actividad académica y de militancia, especialmente en la agrupación TNT (Tontos pero no Tanto).
En esos tiempos trabó amistad con Mariano Recalde y a partir de ese vínculo fue designado en 2011 como subgerente General de Aerolíneas Argentinas.
Ese mismo año fue nombrado director de Siderar en representación de las acciones que el Estado argentino tiene luego de la estatización de las AFJP.
Tras la estatización de YPF en 2012 también ocupó el cargo de director por parte del Estado de las acciones Clase A de la empresa.
En su labor académica y en especial desde el Centro de Estudios Para el Desarrollo Argentino (CENDA) firmó documentos críticos a la intervención del INDEC, pero luego al acceder al Ministerio de Economía se abstuvo de realizar comentarios al respecto cada vez que fue consultado y se mostró en diferentes actos junto al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Kicillof también fue el encargado de diagramar y presentar el Plan PRO.CRE.AR, programa que otorga créditos para la vivienda a tasas preferenciales con fondos de la ANSES.
El designado ministro de Economía fue el único funcionario del Palacio de Hacienda a cargo de los sorteos por los que se entregan estos créditos.
Durante toda su labor académica y de investigación, Kicillof se pronunció a favor de una fuerte intervención estatal en la economía y al desembarcar en el Palacio de Hacienda implementó políticas con esa línea ideológica.