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Con la llegada de las primeras lluvias de la temporada, el caudal que circula a ambos lados de la ruta provincial 24 (Camino a Colón), que une Cerrillos con la autopista Circunvalación Oeste y Campo Quijano, causó profundas erosiones.
El tramo más comprometido es el que se extiende de oeste a este, desde el empalme con el Camino a Las Blancas hasta las vías del ferrocarril. Precisamente, se trata de un sector esencialmente agrícola destinado casi en su totalidad al cultivo de tabaco.
A pesar de que aún no se produjeron en la zona precipitaciones de gran magnitud, como las que se anticipan para este verano, las aguas carcomieron los desagües ubicados al costado del camino y derrumbaron terraplenes dejando alambrados y arboledas al borde del colapso. También corren peligro de ser destruidos el sistema de iluminación de la ruta, que fue inaugurado hace poco más de tres años, el tendido de la red de gas natural y el propio camino.
Una lugareña, consultada por El Tribuno, contó que este tipo de correntadas no se producían hace 10 o 15 años.
“Evidentemente alguien cambió el curso de las aguas y todo el caudal se vuelca ahora al costado de la ruta, donde no solo hay plantaciones de tabaco, sino que también están ubicadas las casas de los trabajadores y se están realizando loteos privados”, explicó una vecina Las Blancas.
Con el objetivo de evitar el avance de las aguas sobre las fincas y la cinta asfáltica, se construyen gaviones y defensas con piedra bola, pero la gente del lugar duda que las obras puedan concluir antes de la llegada del período estival y de la cosecha de este año.
Una solución definitiva a esta problemática, que se agudiza año tras año, es la canalización del desagüe ubicado al sur de la traza, que transporta el caudal hacia el Canal Oeste de Cerrillos. Se trata de una obra ambiciosa, pero que podría ejecutarse de manera conjunta entre la Provincia y las asociaciones tabacaleras.