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Pasaron 35 días desde la elección nacional y 22 desde las provinciales; como en ambas ocasiones el PJ salió cuarto en la capital y se salvó del incendio a nivel provincial gracias al Partido de la Victoria, Juan Manuel tomó una decisión dramática: cambió a seis ministros, y los nuevos van a asumir el lunes que viene.
De aquella foto del 10 de diciembre de 2007, cuando empezaban a hacer realidad la esperanza, solo quedaron el inefable Carlitos Parodi y el incombustible Andrés Zottos. Así son las cosas: hace dos meses todos los ministros -con el apoyo infaltable de la familia Godoy- le pedían a Zottos que se fuera porque había decidido ser candidato por su cuenta. Razones no le faltaban, ya que el incorregible Juancito había decidido tratarlo -a él y al PRS- como a un felpudo. Bueno: Zottos sigue. Al mismo tiempo, todas las encuestas indicaban que la ciudadanía quería cambios en el Gabinete, pero con el próspero Parodi incluido. Bueno, Parodi también sigue.
Los que no siguen en el Frente son los renovadores; muchos, ahora, votan al Partido Obrero.
A decir verdad, el Frente parece algo marchito. A la familia Posadas con su legioncita de caros acólitos no les dieron nada visible; más bien los esconden, pero ellos seguirán firmes al pie del cañón, entre otras cosas, porque no tienen a dónde ir.
Al Partido de la Victoria tampoco le dieron nada pero cabe suponer que esto no va a salir tan barato.
El incorregible Juan dio un viraje.
Como el Partido Obrero pisa fuerte en Tres Cerritos, el gobernador buscó nuevos ministros, de perfil bajo pero linaje impecable, en ámbitos que le resultan familiares.
Tuvo que desprenderse de Julio César Loutaif, un poco desgastado por cierta imprudente tendencia a hablar de más, y lo reemplazó por Eduardo Sylvester, que pasó de la cartera de Seguridad a la de Gobierno. Al parecer, Urtubey quiso premiar los logros del joven abogado en la ardua tarea de controlar a la droga, a los criminales y a la Policía. Ciertamente, en el Grand Bourg creen que Salta es cada día más segura. Ni sensación de inseguridad habría.
Por ahora nos veremos privados de las ocurrencias del próspero empleado público de Orán.
Y se fue María Pace. Sí, porque aunque parezca mentira, en Salta hay ministerio de Derechos Humanos. La misteriosa y blonda chaqueña hizo del perfil bajo un estilo: nunca dijo nada en los casos de torturas policiales, discriminaciones a las minorías o abandono de persona. Solamente se hizo notar por las denuncias -realizadas por las víctimas- sobre hechos insólitos que ocurrieron en las guarderías a su cargo, tales como castigos brutales o niños golpeados.
Claro, el lector inadvertido podría suponer que los Derechos Humanos son lo que parece, pero no: también ahí hay un curro y son los presupuestos millonarios que mensual- mente remite la Nación, como por ejemplo los que hicieron posible licitar una camioneta por medio millón de pesos. La nueva ministra, Marianela Cansino, por lo pronto, es contadora y experta en maquillajes -en cosmética, no hay por qué interpretar mal- . Los rumores aseguraban que allí iba a ir Charly Abeleira, un espartano cercano a Parodi y secretario de Finanzas de Isa, pero fue la joven graduada en la UADE.
También se fue el ministro de la Producción Alfredo de Angelis, a quien la mano protectora de Pablo López Viñals le permitió esquivar hasta ahora las incómodas preguntas de algún juez sobre su prosperidad reciente. Baltasar Saravia (Producción), Alejandro Cornejo D'Andrea (Seguridad) y Pamela Galetti (Justicia), arrancan con el crédito que les otorga su hasta ahora bajo perfil. Para que los renovadores -leales o traidores según se mire- no se queden sin nada, el médico, abogado, diputado y político metanense Oscar Villa Nougués reemplazará en Salud al imprevisible Enrique Heredia.
Aquí vale una aclaración: nadie se queda en la calle. Loutaif, María Inés Diez, Heredia, De Angelis, Pace, así como Juan Pablo Rodríguez, - reemplazado en la secretaría de Comunicación por el rugbier, publicista y gran amigo Horacio Zenarruza - pasan a formar parte del generoso gabinete de reciclados, que ya suman un centenar de exfuncionarios. Esa esperanza se hace realidad: todos, salvo alguna honrosa excepción, siguen cobrando. Esa es la esperanza que realmente Urtubey hizo realidad.
Hace pocas semanas, Juan Manuel afirmó que habían ganado en 20 de los 23 departamentos. No era cierto.
Ayer, cuando recibió el diploma como senador nacional, el hermano Rodolfo hizo publicar la foto en los medios oficiales. Ni él mismo podía creer lo que estaba viviendo.
El gabinetazo de Juan Manuel y la fotos de Rodolfo fueron los dos signos, inequívocos, de que acusaron el golpe. “Con el andar del carro se acomodan los melones”, decía Perón. Habrá que ver si el nuevo gabinete se parece más a la “Salta troska” de la que hablan muchos, o a la “Salta rancia”, o “medio rancia”, de la que están acostumbrados a hablar muchos otros.