Llegó el día esperado por los hinchas de Boca, una jornada que todo el pueblo xeneize espera sea el principio de otro capítulo glorioso y plagado de mística en la Copa Libertadores, con Carlos Bianchi como conductor táctico y con Juan Román, Riquelme -todavía no está para jugar pero fue anotado en la lista de buena fe- como estandarte dentro de la cancha, rememorando viejas noches llenas de dicha y felicidad, cuando el 10 y el Virrey supieron levantar juntos en dos ocasiones el máximo trofeo continental (en 2000 y 2001).
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Llegó el día esperado por los hinchas de Boca, una jornada que todo el pueblo xeneize espera sea el principio de otro capítulo glorioso y plagado de mística en la Copa Libertadores, con Carlos Bianchi como conductor táctico y con Juan Román, Riquelme -todavía no está para jugar pero fue anotado en la lista de buena fe- como estandarte dentro de la cancha, rememorando viejas noches llenas de dicha y felicidad, cuando el 10 y el Virrey supieron levantar juntos en dos ocasiones el máximo trofeo continental (en 2000 y 2001).
El xeneize iniciará esta noche su largo camino en la Libertadores enfrentando al Toluca de México, en el encuentro que abrirá la zona I del más prestigioso certamen sudamericano. Ambos jugarán a las 21 en la Bombonera y contará con el arbitraje del peruano Víctor Carrillo.
Con Bianchi sentado nuevamente en el banco de suplentes luego de ocho años y medio “de dormir la siesta”, Boca empezará a transitar la ruta que más le gusta, con ansias de revancha de la final perdida en la edición del año pasado y con un pasado y presente que lo avalan. Sin Román en condiciones físicas, al DT le seduce la idea de armar un dibujo diferente (4-4-2), prescindiendo de Leandro Paredes como armador. Esto permitirá el ingreso del uruguayo Ribair Rodríguez en el mediocampo y posibilitará que Walter Erviti se traslade al carril izquierdo. El resto del equipo será el mismo que viene de ganarle a Quilmes
Hoy arranca una nueva era Bianchi en la Copa Libertadores y los hinchas de Boca esperan que el xeneize recupere aquella vieja mística dormida.