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La lucha para que los deportes no desaparezcan de la Universidad Católica de Salta unió hace varias semanas a un grupo de estudiantes en pos de un fin común. Nunca imaginaron que representaría la protesta más importante que la institución afrontó en los últimos tiempos y que hoy pone en la mira a sus máximas autoridades. Conscientes de la gran repercusión de su pedido, la asamblea estudiantil, como ellos eligen ser llamados, se encuentra a días de una audiencia con al arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, prevista para el 3 de abril.
“Felizmente estamos conscientes de la repercusión masiva que se logró y eso nos confirma aún más que la causa por la que luchamos es completamente noble y no es sólo un eslogan o un cliché. Creemos que esto nos dio las herramientas para revertir la situación. Estamos convencidos de que conseguir la audiencia con monseñor Cargnello es un paso muy importante pero no la solución definitiva. Tenemos la esperanza de que por medio de las pruebas y los elementos que vamos a presentar, él intervenga en la negativa de las autoridades de la universidad”, expresaron a El Tribuno los estudiantes.
Con Luciano Acedo Salim como vocero del grupo y mayor promotor de la protesta, estos jóvenes viven un momento de espera, en el que la ilusión de que la actividad deportiva regrese a la Ucasal los mantiene más firmes que nunca. Y se convirtieron en una clara muestra de un malestar que cuenta con alrededor de dos mil firmas en adhesión que los avala en su pedido.
Poco a poco, los nombres se fueron sumando y en la actualidad representa un petitorio que se hizo extensivo a otros sectores, como el caso del claustro docente.
“Con el tiempo nos empezamos a dar cuenta de que el problema no era solo deportivo sino institucional, como por ejemplo el despido de profesores. Ahora como el claustro docente se sumó, nos empezamos a enterar de otras cosas que nos demuestran que hay un problema de fondo”, expresaron
Juntos y vistiendo la camiseta de la universidad que eligieron para estudiar, estos jóvenes son protagonistas de un reclamo que puso en tela de juicio la manera de tomar y ejecutar decisiones dentro de la Universidad Católica de Salta.
Despejando las dudas de un rédito político como trasfondo de la protesta, no dejan que nada los intimide. “Desde el respeto y de manera pacífica vamos demostrando que sí podemos quejarnos cuando no estamos de acuerdo con algo. No perseguimos ningún otro interés más que el de contribuir al bienestar de todos, y el deporte es una parte importante de la educación. Queremos que se nos recuerde como ese grupo de chicos que expuso una problemática y sentó las bases de la defensa de los derechos de los estudiantes en la Ucasal”, dijeron Acedo Salim, Juan Pablo Bettella, Ignacio Yáñez, Santiago Martínez, Daniela Messina y Facundo Pelaez.
Fundamentos del claustro
Una vez hecho público el reclamo de los estudiantes para que regrese la práctica deportiva a la Ucasal, la Asociación de Profesores del Claustro Docente no se mantuvo ajena. Si bien el pedido a las autoridades es distinto y viene de hace ya un tiempo, forma parte de un malestar que involucraría a gran parte de la comunidad educativa. En busca de la “institucionalización de la participación”, el claustro fue más que claro a la hora de ser consultado por El Tribuno. “La naturaleza de las universidades es la de ser una comunidad de profesores y alumnos trabajando por el desarrollo y transmisión del conocimiento. Eso determina que no puede ser manejada como una empresa cualquiera, con gerentes y jefes de sección”, expresó Juan Casabella, secretario del claustro.
Basado en la necesidad de una mayor participación de los docentes en la toma de decisiones, Casabella agregó: “En la Universidad no puede haber una verticalidad ciega, sometida a la supremacía económica o a la jerarquía eclesiástica. Aquí, el poder se legitima por el imperio de la razón y la metodología de conducción supone necesariamente el diálogo. Las infalibilidades aquí no existen”.
Creada hace ya cuatro años, la Asociación de Profesores del Claustro Docente viene ejerciendo una fuerte crítica hacia los estatutos por los que se rige actualmente la Ucasal.
“Es indispensable establecer un cupo de profesores, elegidos entre sus pares, para que integren el Directorio, el Consejo Académico, los Claustros de Facultades, etc”, dijo. “Hoy en día, esos organismos se integran por exclusiva designación vertical del rectorado, que termina entonces rodeado de sus amigos y personas de confianza, pero sin oídos para la comunidad educativa real”, expresó el reconocido abogado, a la hora de resumir el petitorio docente que mantiene la esperanza de ser llevado a la práctica lo antes posible.