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Una de las preguntas más interesantes de responder en finanzas, y más en la actual situación coyuntural argentina es: ¿en qué puedo ahorrar?, ¿en qué puedo invertir?
Históricamente, el argentino medio se ha inclinado por dos alternativas cuando tiene dinero que quiere ahorrar. Estas alternativas eran:
1. Comprar dólares o un bien.
2. Hacer un plazo fijo.
Al comprar dólares, la premisa es tener los ahorros en una moneda que no se va a devaluar y que permite mantener el valor de la misma a lo largo del tiempo. Por otro lado, en lugar de optar por los dólares, hago un plazo fijo si las tasas de interés que se pagan son atractivas. Mientras más largo el plazo, más alta la tasa.
Hoy en día, en Argentina, no está permitido comprar dólares para atesoramiento. Si yo quisiese comprar dólares, además de hacer algo ilegal, debería ir al mercado paralelo y pagar un precio que, en estos momentos está un 70% por arriba del precio oficial.
Por otro lado, los plazos fijos están otorgando en estos tiempos tasas de rendimiento negativas. Esto significa que con lo que yo gano por los intereses de un plazo fijo no llego a cubrir la inflación existente. Es decir, pierdo dinero en términos reales.
Otras inversiones, como comprar bonos en dólares se pueden hacer, pero están cotizados aprecio del dólar paralelo. Entrar en un fideicomiso inmobiliario implica, en la mayoría de los casos, que se ajusta el saldo que se debe por el índice de costos de la construcción (aproximadamente un 20% anual). Por último, la deuda minorista de YPF paga un 19% de interés, que no llega a cubrir la inflación. A eso que hay que restarle las comisiones y gastos administrativos que cobran los bancos.
Obviamente, la peor alternativa es quedarse con los pesos argentinos. Por este motivo es que, en la mayoría de los casos, la gente decide consumir; ya sea cambiando el auto, comprando electrodomésticos, haciendo un viaje, comprando muebles, etc.
Toda una estrategia
Desincentivar el ahorro entonces no es algo accidental, sino una estrategia del Gobierno para fomentar el consumo a costa del ahorro privado. Sin alternativas de inversión (ahorro), la única alternativa viable es el consumo.
Dentro de la economía, es una medida válida. Obviamente, no por eso debe gustar. Pero en un año electoral, en el que no se puede expandir mucho más el gasto público, la intención de mantener el movimiento económico a costa del ahorro de los ciudadanos argentinos es una elección que el Gobierno ha tomado. Y lo confirmó el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, Roberto Feletti,
“El Gobierno, entre ajustar el consumo o priorizar el ahorro, decidió priorizar el consumo y no ajustarlo. Por eso, el Gobierno decidió restringir la tasa de ahorro en dólares. Dijimos: "Vuelquen el ahorro en pesos o en consumir'”, afirmó Feletti.
Ante esta situación, no queda entonces otra alternativa que aprovechar ofertas, descuentos, cuotas fijas en pesos, y consumir. Se complica sobremanera ahorrar o invertir. Esta situación se mantendrá, como mínimo, hasta después de las elecciones. A partir de ahí, según el resultado de las mismas, habrá que ver las medidas económicas que se tomarán.