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Las andanzas de una banda de cuatreros tiene atemorizados a los productores ganaderos ubicados en el cruce de las rutas nacionales 34 y 16, al norte de San José de Metán.
Los malvivientes ingresaron armados a la finca Las Brujas, perteneciente a la firma Marcampo S.A., a plena luz del día para faenar animales y luego comercializar la carne.
La denuncia fue radicada por la ingeniera María Fernanda Martel, quien expresó a El Tribuno que viene haciendo presentaciones recurrentes ante las autoridades a raíz de la gran cantidad de casos registrados en los últimos meses.
“Lo sucedido el jueves 14 a la tarde fue realmente alarmante. Un grupo de personas armadas con escopetas ingresó en la propiedad y no solamente faenó una vaca de más de 400 kilos, dejando solamente las patas, sino que arremetieron a escopetazos contra los animales que pastaban en el potrero: vacas, terneros y toros que seguramente se les acercaron por su mansedumbre y curiosidad”, dijo la ingeniera.
La mujer destacó que entre los animales heridos durante la balacera, sufrieron dos grandes pérdidas; dos toros de raza a los que les dispararon a muy corta distancia apuntándoles a la cabeza, ocasionándoles la pérdida de un ojo y severas heridas. Afortunadamente los animales reproductores no murieron, pero sus lesiones son irreparables. Cada uno esta valuado en aproximadamente $20.000.
Inseguridad e impunidad
“Mas allá de las pérdidas económicas, lo que resulta alarmante es la impunidad, violencia y ensañamiento con que actuaron a campo abierto y a escasos metros de una ruta muy transitada. No pensaron en los trabajadores del lugar ni en otras personas que podrían haber estado caminando en esa zona o circulando por la ruta. Semejante demostración de salvajismo y desprecio por la vida son nuevos en la zona”, destacó.
La profesional informó que los hechos motivaron la elevación de denuncias a las máximas autoridades policiales, políticas y judiciales, con el apoyo de los vecinos de la zona, quienes vienen sufriendo el cuatrerismo y otros hechos de inseguridad desde hace tiempo.
“Despojan de sus animales tanto a productores como a sus propios vecinos, que crían para la subsistencia familiar”, indicó.
“Este violento acto con uso de armas de fuego nos indica que la agresividad e impunidad de los cuatreros es cada vez mayor, seguramente debido a la inexplicable inacción de la Policía, como así también a la falta de control del origen de la carne que se consume en Río Piedras, Lumbreras y El Galpón”, añadió.
Sospechosos
Los vecinos de la zona, casi al unísono, apuntaron sus sospechas hacia un conocido grupo de organizada logística de Río Piedras. Según ellos, son comúnmente vistos portando armas, circulando en vehículos para transportar carne.
“Estos delincuentes desprecian la vida de los trabajadores rurales y sus familias. Están armados y actúan con impunidad. Son organizaciones mafiosas de venta de carne. No son personas carenciadas en estado de desesperación”, dijo indignada la ingeniera.
El jefe de la Unidad Regional 3 de la Policía de la provincia, Rolando Burgos, explicó en diálogo con El Tribuno que “efectivos de la Policía Rural se instalaron en la zona para prevenir, tratar de esclarecer lo sucedido y atrapar a los autores del hecho. Los damnificados señalaron a un grupo del que sospechan y estamos trabajando sobre esa pista”.