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Obesidad y cigarrillo generan el mismo número de muertes

Jueves, 07 de marzo de 2013 22:16

Según relevamientos realizados por especialistas, la obesidad producen el mismo número de muertes que el cigarrillo.

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Según relevamientos realizados por especialistas, la obesidad producen el mismo número de muertes que el cigarrillo.

A nivel mundial mueren tres millones de personas al año a causa de la obesidad, de las cuales cuarenta mil son argentinas.

La contundente cifra fue reconfirmada hace pocas horas por la Organización Mundial de la Salud, dejando en claro que la epidemia de obesidad está muy lejos de ser controlada.

Silenciosamente los índices de muerte por obesidad se acercan cada vez más a los decesos ligados al tabaquismo, con lo cual, la ingesta desmedida de comida, a modo de adicción, inevitablemente acelera un proceso negativo que termina con la muerte.

Según los especialistas en nutrición “la gordura se coloca acompañando al tabaquismo a la cabeza de la lista de enfermedades que provocan una muerte previsible ya que, según la experiencia actual, los obesos mayores de 40 años tienen la propensión a morir entre seis y ocho años antes de lo que se esperaría en condiciones normales, algo similar a lo que les ocurre con suerte a los adictos al tabaco”.

En cuanto a las patologías más comunes todo tipo de cardiopatías, diabetes y la hipertensión encabezan la lista de enfermedades derivadas de los trastornos alimentarios en su conjunto y, a su vez, también retroalimentan el circuito de autodestrucción inconsciente.

En este sentido, los especialistas reconoce que la opinión pública en general no reconoce aún que “la ingesta desmedida de alimentos es tan adictiva y destructiva como el tabaco”.

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Por esto, hace unos meses se planteó la iniciativa de “etiquetar la comida chatarra” aplicando las mismas políticas públicas que las que se usan en las campañas anti-tabaco.

Al respecto, el reconocido médico expresó: “me parece perfecta la idea pero es de difícil concreción debido a la fuerte presión que ejercen las empresas alimenticias y gastronómicas”.

La epidemia de obesidad tiene que ver sobretodo con la aparición de la oferta alimentaria que antes no existía y que genera una demanda innecesaria que hace que la gente coma en forma desmedida.

En Argentina, el especialista Máximo Ravenna evalúa ponerse al frente del proyecto que podría obligar a “escrachar” a la comida basura, para lo cual sería necesario un importante apoyo con la implementación de fuertes políticas públicas.

La situación en este caso es lograr que las compañías alimentarias se promocionen como son y que no publiciten sus productos como “naturales” o “saludables”, cuando en realidad están muy alejados de ello. Entre los productos a los que se pretende clarificar se encuentras los jugos de frutas, papas fritas, gaseosas, chocolates, galletitas, hamburguesas, etc., que durante los últimos años han pasado a formar parte de la ingesta diaria. Este año Ravenna planea mantener reuniones con representantes parlamentarios que puedan apoyar la moción que defiende para comenzar a dar forma a la iniciativa.

  Dormir poco pesa en la balanza

Una persona que no se toma el tiempo para descansar como se debe podría aumentar su peso en alrededor de cinco kilos por año” afirman los especialistas en nutrición. Una investigación publicada por la revista norteamericana Current Biology confirma los resultados. Allí se destaca que trabajar de noche o comer en horarios irregulares presenta peligros reales para la salud que incluyen entre otras alteraciones la obesidad, los trastornos metabólicos y la diabetes.

“Vivir en horario nocturno y dormir de día, cambiar permanentemente los tiempos de relajación y la falta de horas de sueño desequilibran todos y cada uno de los puntos de sincronización del cuerpo humano, entre los cuales, obviamente, se encuentra el metabolismo y la asimilación correcta de los alimentos” afirman en la publicación.

Se debe a que la acción de la insulina sube y baja según un ritmo circadiano de 24 horas.

Trastornarlo puede tener efectos profundos sobre la regulación del peso y la homeóstasis de glucosa y lípidos. Estas oscilaciones diarias las controla el llamado reloj biológico.

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