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Luis Alberto Romero: ?El kirchnerismo no aprovechó el viento de cola de 2003?

Domingo, 26 de mayo de 2013 22:22

Luis Alberto Romero es un historiador que ejerció durante más de dos décadas como profesor titular de la materia Historia Social General en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. En diálogo exclusivo con El Tribuno, el docente brindó su punto de vista sobre la década del kirchnerismo al frente del país.

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Luis Alberto Romero es un historiador que ejerció durante más de dos décadas como profesor titular de la materia Historia Social General en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. En diálogo exclusivo con El Tribuno, el docente brindó su punto de vista sobre la década del kirchnerismo al frente del país.

¿Cómo caracterizaría la década del kirchnerismo en el poder?

Yo creo que hay que mirarla en un contexto más largo para tener una idea de qué significa, por lo menos un contexto de 30, 40 años que me parece es un ciclo que arranca con los militares hasta ahora. En ese sentido, la década de los Kirchner es menos excepcional de los que algunos creen. Muchas de las cosas que llaman la atención en el gobierno de Kirchner en realidad son rasgos que Argentina vino acumulando en los últimos 40 años.

¿A qué rasgos se refiere?

Por ejemplo, al tipo de gobierno muy personal, concentrado. Es un rasgo característico de ese período con la sola excepción del gobierno de (Raúl) Alfonsín. A pesar de que la Constitución habla de una República, Argentina tiene un gobierno muy concentrado. El otro rasgo que llama la atención es la relación del Gobierno con algunos grupos particulares que son una especie de sanguijuelas del Estado que obtienen prebendas y favores. Esto fue característico de este gobierno. Lo que en otros tiempos fue “la patria financiera”, “la patria contratista, privatizadora”. En el gobierno de los Kirchner se ha acentuado mucho más y yo diría que casi se ha personalizado. Y se formó alrededor del presidente y su esposa. Se conformó un grupo muy pequeño que obtiene enormes beneficios del Estado. El kirchnerismo culmina un periodo de fuerte decadencia institucional y económica. Asimismo, le agrego un dato anecdótico. El gobierno de Néstor Kirchner comenzó cuando se iniciaba un periodo de prosperidad económica excepcional que nadie imaginaba, ni ellos. Entonces, muchas de las características del gobierno de los Kirchner, particularmente la capacidad para distribuir mucho dinero hacia todos lados, se debe a ese elemento poco casual. Recibieron un país extraordinariamente próspero. Uno podría preguntarse cómo hicieron para desarrollar ese estilo de gobierno en las condiciones en las que se gobernó en los 80 o en los 90.

En lo discursivo, desde el kirchnerismo siempre reivindican haber sacado el país adelante tras la crisis de 2001, y suelen contrastarlo con eso, ¿el Gobierno fue favorecido por el “viento de cola” de aquellos años?

 Para empezar, cualquier gobierno que decida compararse con la crisis de 2001, cualquier gobierno hubiese sido mejor. Ya el de Duhalde de 2002 y 2003 estaba notablemente mejor. Es una comparación un poco tramposa. Pero si se lo compara con el promedio de las décadas anteriores, yo diría esto: me inclino por la respuesta de “viento de cola”. Por primera vez en Argentina no hubo un déficit fiscal y de la balanza de pagos que eran los grandes problemas que tenían los gobiernos de los 80 y 90. O sea que tuvieron una holgura enorme. El problema es qué hicieron con esa holgura. Lo menos que se puede decir es que no la aprovecharon. Yo diría una cosa más gruesa: el modo que tuvieron de gastar la plata fue altamente destructivo. Hay muchas cosas que venían dañadas en el país y quedaron mucho peor después de la administración de los Kirchner, como el sistema de transportes. Esto quedó en evidencia después de la tragedia de Once. Se suele decir que los destinos del país se definen en épocas de bonanza. Es cuando se pueden hacer las mejores cosas o los mayores desastres.

El Gobierno ha autobautizado su gestión como la “década ganada”, ¿qué opina al respecto?

Yo no me ocupo mucho de discutir un discurso autista que es cerrado. Yo creo desgraciadamente que es una década más que perdida. Por ejemplo, el tipo de gasto con el que se comprometió el Gobierno, lo que hay que pagar por energía por no haber aprovechado estos años en hacer las inversiones necesarias. En muchas cosas estamos peor que el promedio de los 90.

¿De dónde cree que surge esa “habilidad” del kirchnerismo para reponerse siempre de momentos difíciles?

Por supuesto que podemos hablar de los instrumentos con los cuales hicieron esto, por ejemplo el uso de los recursos fiscales para construir el poder. Pero dejando de lado eso, yo coincido con usted. Tiene unos políticos bastante notables. No sé si a la hora de hacer el balance final uno dirá eso. Habrá que ver cómo terminan. Porque si terminan estrellados no diremos lo mismo. Pero lo cierto es que siempre tienen una obstinación en seguir adelante pese a todo, que es uno de los rasgos de un buen político. Es muy llamativa esa capacidad de no dar por perdido nunca nada, de seguir adelante. En estos momentos no están bien y, sin embargo, uno puede esperar que se levanten sin problemas.

¿Podríamos decir que nunca pierden la iniciativa?

Nunca. Yo diría que mañana, tarde, noche y cuando duermen, están pensando en cómo mantener la iniciativa. Y eso en política es fundamental. Es el arte del boxeador de nunca perder el centro del ring.
 

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