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Aníbal Pachano es un artista inagotable, frontal y sin pelos en la lengua. Sobre los escenarios puede bailar o actuar, hablar o callar, siempre creativo y abierto a las innovaciones. De hecho, la semana pasada estuvo en Salta con la gira de la obra “Cirugía para dos” con un elenco encabezado por Florencia de la V, en su nuevo rol de comediante. Esta vez pudo recorrer la ciudad y en ese derrotero pidió ir a visitar la Virgen del Cerro.
“Fuimos con un remise y pedí llegar hasta el lugar más cerca posible porque por mi enfisema pulmonar no puedo agitarme ni cansarme mucho. Entré en un camino absolutamente místico, con una energía impresionante y un silencio que por momentos parecía celestial, además de los olores, el paisaje, el orden, los bancos ordenados. Una energía que nunca había sentido”, contó.
Aníbal cree que “algo especial” le sucede con Salta, según le dijo a El Tribuno. Recordó sus éxitos con “Soledad” en 1997, igual con “Pour la gallery” y “Smile”, sus visitas a la escuela de Valeria Lynch, la relación de su hija Sofía con las familias Teruel. “No sé, en esta ciudad hay mucho de bueno, paisajes, cultura, muchos protagonistas de la cultura. Por ejemplo, una de las realizadoras de sombreros y máscaras de Boton Tap era salteña”, resaltó el bailarín y comediante.
¿Cómo le resulta esta experiencia nueva como comediante en la obra de Florencia de la V?
Siempre fui un actor mudo, ahora soy más parlante. Me siento muy bien, es un gran aprendizaje, es una nueva puerta que se abre, un nuevo casillero para ir llenando de a poco con historia.
Me enriquece aprender de los demás. En este caso, de Florencia de la V, de Gladys Florimonti, que es muy contundente en el humor; Alejandro Müller, otro grande del humor; Matías Alé, que es un niño que conozco desde muy chiquito... La Luna... Paola Miranda, con Ernesto Medela como director. Una gran experiencia. De cualquier modo, añoro el musical que es en el que uno se siente como pez en el agua, y como buen pescado que soy ya estoy con la cabeza puesta en el próximo espectáculo que será un homenaje al cabaret de los años 30 a 50. Tendrá muchas atracciones, cantantes de determinada disciplina, mimos, bailarines... Una mezcla del mundo de la variedad con un presentador de la historia que seré yo. También estoy armando un proyecto de cocina con todos los Pachano.
¿Cómo es eso?
Es un gran proyecto para televisión. Como digo yo, una familia disfuncional que funciona como funcional y que cocina para unas y otras. Viste que nosotros somos una familia rara, estamos separados pero seguimos siendo familia, con una hija en común, todos cocinamos y siempre tenemos las cocinas muy amenas para los que nos rodean. Estoy chocho de armarlo. Y por más que lo cuente y que lo quieran copiar, no van a poder porque la disfuncionalidad la tenemos los Pachano... por ahora.
¿El canal está definido?
Estamos en tratativas con dos.
Se lo ve con propuestas más tranquilas...
Más teatro y en la tele con lugares más tranquilos para demostrar quien soy, mostrar mi familia desde un lugar diferente. Somos una familia de muchos años de trabajo, gente pensante y profesional y que hicimos mucho por el mundo del espectáculo. Y bajando un poco la adrenalina de estos últimos años en la tele aunque voy a estar agradecido eternamente haberme hecho tan popular.
¿Cuánto de verdad y cuánto de mentira había por ejemplo en su enfrentamiento con Graciela Alfano?
Mucho de real. Lo que pasó con mi enfermedad (HIV) fue totalmetne cierto. Yo no soy ni dios ni juez para perdonar a nadie pero cada uno sabrá cómo arregla con su almohada y con su conciencia. Yo sé que tiro el mejor mensaje para que la gente se cuide, use preservativos, se haga los análisis, se haga todos los test habidos y por haber para que sepa si es compatible con los remedios. Mi mensaje es positivo, tirar para adelante. Escribí con un escritor cordobés, Jorge Cuadrado, un libro que se va a llamar “Positivo”, justamente con una mirada sobre la vida diferente. Mis viejos me enseñaron que siempre hay que mirar para adelante; el atrás retrasa. Esa fue mi política en mi salud y me ha funcionado. Yo estoy en perfecto estado. En estos días me haré un nuevo análisis para ver si funciona el último cóctel de medicamentos que salió en Estados Unidos y Canadá. Entonces no tengo ganas de cargarme de cosas negativas ajenas que me parece que es el pago que se me dio por entrar en la televisión. Se me hizo pagar un derecho de piso desde un lugar no muy agradable. No nos merecemos eso como familia porque nosotros hemos aportado mucha alegría, mucho respeto y mucha educación en nuestra vida artística. Pero a lo malo trato de sacármelo de encima para que no se me produzca un karma...
¿Qué creé que pasa en la tele: se mezcla la farándula con política y al revés?
Se banalizó o farandulizó un tema político del que venía hablando hace mucho tiempo. Es la única forma de presentar una realidad que es el lavado de plata. Creo que todo se presentó de una forma torpe, no tanto de Lanata (aunque me hubiera gustado que el segundo programa hubiera mostrado más cosas), los otros canales disfrazaron todo, cuando en realidad lo único que tienen que hacer es rendir cuentas, les guste o no. Y no parecen decididos a hacerlo. Es como que “de esto no se habla”, a tal punto que ya no sé si esto es una democracia o no. Se hace un monopolio de las ideas y me molesta mucho esa marcación constante con el dedo... yo a los 60 años no necesito que nadie me rete, y menos una Presidenta y mucho menos aún un séquito de obsecuentes de cuarta, inmostrables, como el ministro de Economía que se fue del reportaje con la periodista griega. Ese hombre no es digno del cargo que ocupa. Esto me molesta mucho de esta presidenta que yo voté y que creí que como mujer podía llevarnos a un lugar muy distinto, en cambio nos llevó a las divisiones profundas.
Divisiones que también se ven en el mundo artístico...
Las mismas... O sos Tinelli o sos Susana, o Canal 13 o Telefe, o K o no K.