inicia sesión o regístrate.
Los expolicías Gabriel Giménez y Carlos Gallardo declararon ayer por segunda vez en el juicio por tráfico de cocaína y no solo cuestionaron la instrucción de la causa investigada por el juez federal Julio Bavio, sino que ratificaron que les “plantaron” la droga luego de que una patrulla policial los interceptara el 25 de mayo de 2011 en la ruta provincial 8, cerca de General Gemes. Luego el Tribunal Oral Federal que preside la camarista jujeña Liliana Snopek escuchó el testimonio del exsecretario de Seguridad de la provincia, Aldo Rogelio Saravia, a quien los imputados sindican como el ideólogo de sus caída en desgracia. El juicio continúa hoy a las 9 con la presencia del senador nacional Juan Carlos Romero, que fue requerido como testigo por el defensor de uno de los acusados.
El exoficial principal Gallardo explicó que partir de la creación de la División de Inteligencia Criminal de la que Giménez era el jefe, ambos realizaban tareas de inteligencia y contrainteligencia para las más altas esferas del Gobierno provincial. “El gobernador y los ministros nos encargaban cuestiones personales”, reveló. Dijo que este contacto directo con las máximas autoridades del Ejecutivo produjo malestar en la Secretaría de Seguridad y en los cuadros de la Policía, y que a partir de ese momento comenzaron a ser perseguidos por su superiores. Según Gallardo, la situación para ellos se complicó cuando elevaron un informe al Ministerio de Gobierno que complicaba la situación de Saravia y de la cúpula policial, entre los que citó al exsubjefe Simón Pistán y al actual titular de la institución Marcelo Lami. Tras una extensa exposición en la que Gallardo demostró conocer al dedillo el expediente, el imputado quedó paralizado con el interrogatorio del fiscal Ricardo Toranzos. Este le pidió que diera detalles de dos declaraciones que efectuó como testigo encubierto en las que implica a Giménez de estar vinculado con un traficante de droga, de apellido Castillo, y con Miguel Góngora, un condenado por narcotráfico. También sostiene que su camarada tenía contactos con bandas que robaban autos en el sur del país y que se dedicaban al lavado de dinero. Gallardo argumentó que fue presionado por el juzgado y que nada de eso se ajusta a verdad. Por su parte, Gabriel Giménez también cuestionó la instrucción de la causa y atribuyó a esta situación el hecho de que hace 517 días que está privado de su libertad. “No hay ninguna prueba que demuestre que yo estaba transportando droga en mi vehículo”, señaló. Lo que sí reconoció es que había sido contratado por el prófugo Marcelo Iraola para transportar más de 800 mil pesos a Buenos Aires y que ese dinero desapareció. “Mi familia no tiene qué comer, mi hijo se quedó sin obra social y hasta me despojaron de la vivienda por orden de Saravia para entregársela al exsubjefe de Policía, Simón Pistán”, expresó.
Citan como testigo al senador Romero
La audiencia de ayer concluyó con el testimonio del exsecretario de Seguridad Aldo Saravia, quien negó de manera terminante haber influido en la captura y el proceso de los expolicías. Luego, el abogado Luis Agero Molina, defensor de Gallardo, pidió que se cite a declarar como testigo al senador nacional Juan Carlos Romero. Lo hizo con el argumento del contenido de una carta abierta publicada por el legislador en este medio bajo el título ¿Cuál es tu límite Juan Manuel? Para justificar su planteo, el defensor hizo alusión al penúltimo párrafo que dice: ¿Cómo sigue la campaña Juan Manuel? ¿Algún día aparecerá un auto de mi propiedad con una bolsa de droga puesta por algún atento servidor de tu gobierno como fueron los narcopolicías que están siendo enjuiciados en estos días? El Tribunal, integrado por Liliana Snopek, Mario Marcelo Juárez Almaraz y Federico Santiago Díaz, deliberó por espacio de 10 minutos y resolvió hacer lugar al pedido de Agero Molina. Romero fue citado para hoy a las 9.
Respecto al testimonio de Saravia, el exfuncionario no hizo ningún aporte a la causa. Negó haber concurrido al lugar donde aparecieron los 52 kilos de cocaína que supuestamente transportaban los expolicías. Dijo que no tuvo nada que ver con el procedimiento que realizó la Brigada de Investigaciones y mucho menos con la instrucción policial.