inicia sesión o regístrate.
Era un duelo de dos equipos que llegaban de capa caída y que curiosamente naufragan por el fondo de la tabla, luego de quedar al margen del gran objetivo trazado al comienzo del año: la Copa Libertadores. Boca y Vélez igualaron 1 a 1 en La Bombonera y se aproximan a cerrar una de las peores campañas en torneos locales.
El xeneize mantuvo la iniciativa durante la mayor parte del juego, su superioridad se hizo más intensa en el segundo período y contó con numerosas oportunidades como para definir habiendo logrado una fluidez en la circulación de pelota que pocas veces se le vio en los últimos tiempos.
Juan Manuel Sánchez Miño tuvo una gran actuación, fue protagonista de las mejores acciones de su equipo y después de haber sido agredido dos veces por el capitán del fortín, Fabián Cubero, una en cada etapa, resultó expulsado a ocho minutos del final, cuando reaccionó con un codazo tras una infracción de Lucas Romero, y en su retirada se llevó la ovación más grande de la noche.
A Vélez le costó la recuperación de pelota, aunque tuvo sus oportunidades, en especial durante el primer capítulo, casi siempre con las apariciones de Federico Insúa, su mejor jugador. Decayó en la segunda etapa y, finalmente, se llevó un punto que estuvo cerca de escurrirse.
El juego comenzó con una fuerte presión por parte de Boca, que contó con un cabezazo desviado de Nicolás Blandi en el primer minuto y con otro de Leandro Marín, siete minutos más tarde.
Cuando Vélez logró salir del asedio, en una de sus primeras incursiones ofensivas, sobre el minuto 14, sacó ventaja con un tiro libre de Insúa, perfectamente ejecutado de zurda, “como con la mano”, en el ángulo superior izquierdo de Agustín Orión.
Después de varios intentos frustrados, Boca llegó al empate a los 34, con una lúcida maniobra colectiva, que comenzó en Sánchez Miño, se prolongó con un centro de Walter Erviti, otro jugador de buen nivel, y culminó con un perfecto cabezazo de Blandi, que superó al uruguayo Sebastián Sosa.
Supremacía del xeneize
El segundo segmento fue casi todo de Boca, que ya a los dos minutos estuvo cerca de desequilibrar por intermedio de Cristian Erbes, pero salvó Sosa a los pies del volante.
Entre otras varias apariciones, el equipo de Carlos Bianchi contó con un remate de Erviti que contuvo Sosa, a los 19 min; un cabezazo incómodo de Cristian Erbes que también controló el arquero a los 24, y otro cabezazo por arriba del travesaño de Blandi, a los 33 minutos, después de un centro de Sánchez Miño.
La gran chance del conjunto de Liniers llegó a los 35, con una acción de Insúa, desde la izquierda, cuando sacó un remate cruzado y generó una buena respuesta de Orión. Hubiese sido injusto si el fortín se llevaba la victoria.
En definitiva y de acuerdo con lo observado, la igualdad debe haber dejado más satisfecho a Vélez, pero es de destacar que los dos equipos, que a lo largo del semestre quedaron lejos de sus objetivos, decoraron un partido sumamente entretenido pero el empate no le terminó sirviendo a ninguno porque ambos continúan penando en el fondo de la tabla.
Respaldo para el Virrey
Cientos de simpatizantes de Boca Juniors, convocados por distintas redes sociales, fueron a apoyar ayer al entrenador Carlos Bianchi y a los jugadores en la concentración del plantel en el hotel de Puerto Madero.
La convocatoria, que contó con una pequeña caravana en apoyo al DT, a Juan Román Riquelme y al resto del plantel, se realizó a las 15 en las puertas del hotel Madero, donde Boca estaba concentrado a la espera del partido con Vélez.
El Virrey observó a los manifestantes sorprendido y agradeció a las banderas y cantos que entonaban (“de la mano de Bianchi...”), al tiempo que respaldaron al equipo tras la eliminación en la copa Libertadores. Los simpatizantes luego acompañaron al plantel hasta La Bombonera.
La 12 no estuvo
En medio de la causa por la cual se investiga a fondo la connivencia que tiene con el club, la barrabrava de Boca (o por lo menos su plana mayor) no se hizo presente ayer en la Bombonera. En la tribuna media de la popular Norte, donde habitualmente se ubica La 12, no hubo gente arriba de los paraavalanchas y las banderas y los bombos de siempre, esta vez brillaron por su ausencia.