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¿Así que al Partido Renovador de Salta (PRS) le falta coherencia? Ajá. ¿Y quién lo dice? Pues nada más ni nada menos que la abanderada de la incoherencia, la reina de las veletas, esto es, la diputada nacional Cristina Fiore.
¿Y por qué lo dice? En verdad es un ataque directo al vicegobernador de la provincia, el renovador Andrés Zottos, por haber roto la alianza con el urtubeysmo, e indirectamente, aunque no tanto, al PRS en su conjunto. Y es también, se dé cuenta o no, una auto incriminación. Ella cae en su propia volteada ya que poca o ninguna coherencia ha demostrado en su andar político.
Actualmente está pretendiendo, de la mano del cristinista gobernador Juan Manuel Urtubey, una banca en el Senado de la Nación. El dedo del gaucho mandatario la eligió para ese destino, lo mismo que al ñaño Rodolfo.
La Fiore aparece en el escenario público como edil capitalina por el PRS, y fue, sin apuro, pero sin descanso, superando etapas y cambiando de monta. Así, de miembro del Concejo Deliberante de la ciudad de Salta, pasó a revistar como funcionaria de la Intendencia de Miguel Angel Isa. Cuando se produjo el cisma en el Partido Renovador por su alianza con el justicialismo, devenido kirchnerismo, se afilió al Partido Propuesta Salteña, formado por disidentes del PRS.
En 2011 Andrés Zottos la convenció de regresar a las filas renovadoras tentándola con la candidatura a diputada nacional. Ya legisladora, la Fiore fue disciplinada y obediente oficialista.
Una carrera política movidita. De aquí para allá, eh?
Cristina Fiore, indudablemente adoctrinada por su jefe del Grand Bourd, pugna, lo mismo que su alma casi gemela, el ministro Loutaif, porque Andrés Zottos renuncie a su cargo de vicegobernador, lo que ella considera que sería una cabal demostración de coherencia. Y lo afirma quien es vista como paradigma de la incoherencia.
Ah la coherencia. En la política salteña la coherencia y la incoherencia ofrecen mucha tela para cortar. Lo que Cristina Fiore dijo sobre la falta de coherencia del PRS no está muy alejado de la realidad. El problema está en quien lo dice. Es como si el muerto se asustara del degollado.
El Partido Renovador de Sata (PRS), por si nos hemos olvidado, nació envuelto en los paños de la dictadura. Y durante años fue conocido como “la cría del proceso”.
Fue, poco menos que por definición, lo opuesto al peronismo. En su época de esplendor, por así decirlo, el PRS fue su más duro antagonista. Y ahora resulta su aliado. Hay incoherencia en los postulados que se contradicen entre sí. El justicialismo, en el caso que comentamos, no está exento de este axioma.
Bien, para la gran incoherente, Cristina Fiore, la incoherencia es de los otros. Claro, ella está fuera de juego, pero el orsai es del vecino.