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24 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Se les incendió la casa y piden ayuda

Sabado, 20 de julio de 2013 12:02

El jueves, un nene de 4 años encendió un papel en el interior de una precaria vivienda, en un asentamiento de barrio El Carmen (atrás de la iglesia de San Cayetano). Su hermanita, de 9 años, pudo rescatar a sus cinco hermanos. Inmediatamente llegaron los bomberos, personal policial y médicos que los asistieron. Pero esa habitación, en la que se originó el fuego, quedó destrozada y ahora la familia pide ayuda para reconstruirla. “No me explico cómo Susi pudo sacarlos a todos de la casa, por suerte todos mis hijos están bien”, dijo Eulogio Alejandro Vilca, el papá de los chicos.

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El jueves, un nene de 4 años encendió un papel en el interior de una precaria vivienda, en un asentamiento de barrio El Carmen (atrás de la iglesia de San Cayetano). Su hermanita, de 9 años, pudo rescatar a sus cinco hermanos. Inmediatamente llegaron los bomberos, personal policial y médicos que los asistieron. Pero esa habitación, en la que se originó el fuego, quedó destrozada y ahora la familia pide ayuda para reconstruirla. “No me explico cómo Susi pudo sacarlos a todos de la casa, por suerte todos mis hijos están bien”, dijo Eulogio Alejandro Vilca, el papá de los chicos.

Ayer, mientras limpiaba las cenizas y quitaba los restos que quedaron de los juguetes, colchones y muebles que había en el interior de la vivienda, Vilca dialogó con El Tribuno. Contó que varias personas y funcionarios lo ayudaron con abrigo, alimento y colchones, pero que aún necesita chapas, tirantes, una puerta y una ventana para poder volver a construir esa habitación. Aquellos que estén dispuestos a ayudar a la familia pueden comunicarse con él por teléfono, al número 154578199. Perdieron dos camas, un ropero lleno de ropa, útiles, juguetes.

Los chicos tienen entre 3 y 10 años. Susana, de 9 años, fue la que pudo evitar la tragedia. Nadie sabe cómo, pero ella logró sacarlos a todos de la casa y pedir ayuda. “Se asustó mucho Susi, pero hoy ya está mejor”, contó su abuelo, Alejandro Vilca, que ayer estaba en la casa ayudándolos.

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