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Tras mantenerse al margen de la ley luego de cometer varios ilícitos, bajo un particular modus operandi, finalmente cayó un ladrón conocido como “El hombre araña”, quien se caracteriza por su habilidad para trepar paredes y saltar obstáculos a la hora de robar, tanto en casas particulares, edificios y locales comerciales.
El hombre, de nacionalidad brasileña, identificado como Marco Antonio Da Luz de 38 años, fue encontrado en la intersección de las calles Bolívar y España, mientras dormía plácidamente sobre la vereda.
Los policías, sorprendidos por su expresión apacible, lo arrestaron, luego de que cometiera un nuevo robo días atrás en una carnicería ubicada sobre la calle Lavalle al 500.
En aquella oportunidad una mujer observó cuando un hombre muy ágil saltaba, desde el interior del negocio hacia la calle, cargando con un maletín y otro bulto.
El mismo corrió hacia la calle San Luis y abordó un remise blanco.
Cuando llegó el dueño del local, este manifestó que le faltaban 1400 pesos, una notebook y una gravadora, por lo que realizó la denuncia correspondiente.
Durante la investigación, la única testigo del hecho describió al sujeto como un hombre mayor, canoso, que vestía ropa sucia y tenía el aspecto de un indigente. La mujer destacó la habilidad del sujeto para saltar la tapia y escalar las paredes. También señaló la empresa a la que pertenece el remise que abordó.
Policías buscaron al chofer del remise y cuando lo encontraron, este admitió haber trasladado al sujeto, diciendo que un hombre muy mal vestido y con un olor nauseabundo se había subido a su auto pidiendo que lo lleve hasta la zona conocida como “el bajo chico”.
Por otro lado recordó que el mismo llevaba un maletín y otro paquete. El remisero aseguró que en un primero momento se negó a realizar el viaje debido a la peligrosidad de la zona, pero que el hombre sacó de su bolsillo un billete de 100 pesos y le dijo: “Tomá, te pago por adelantado”, motivo por el cual finalmente el sujeto accedió a llevarlo.
El viaje terminó al final de la calle Ituzaingó y en el trayecto no tuvo sobresaltos.
Con todas las pistas, policías lograron establecer que se trataba del hábil ladrón que buscaban hace tiempo. Tras averiguar, constataron que el mismo no tiene un domicilio fijo, sino que pernocta en distintos aguantaderos o en la calle misma, por lo que comenzaron a patrullar las calles del micro y macrocentro capitalino.
El jueves durante un operativo, los efectivos del departamento de Investigaciones lo identificaron en el macrocentro. Para sorpresa de todos, Marco Antonio, dormía plácidamente la siesta recostado sobre la vereda. Cuando fue despertado por los policías, al verlos sin que le hayan preguntado nada comenzó a gritar: yo no fui, yo no fui!, siendo trasladado hacia la comisaría.
Tras consultar con el Fiscal Penal 1 y exponer la situación del hombre, sumado a su frondoso prontuario, este solicitó a un juez Correccional y de Garantías la aprensión del mismo. Finalmente quedó detenido por los delitos de robo.