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Antes de volcar, el maquinista recibió una llamada telefónica

Martes, 30 de julio de 2013 20:51

Nuevas revelaciones del baño de sangre en España. El maquinista del tren que descarriló en Santiago de Compostela estaba hablando por teléfono con personal de la compañía ferroviaria Renfe y circulaba a 192 kilómetros por hora poco antes del accidente, que causó 79 muertos, informaron ayer fuentes judiciales.

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Nuevas revelaciones del baño de sangre en España. El maquinista del tren que descarriló en Santiago de Compostela estaba hablando por teléfono con personal de la compañía ferroviaria Renfe y circulaba a 192 kilómetros por hora poco antes del accidente, que causó 79 muertos, informaron ayer fuentes judiciales.

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia (noroeste de España) indicó que esta información fue revelada por las cajas negras del tren siniestrado. Segundos antes del siniestro, que causó también más de 150 heridos, se activó un freno, por lo que se estima que en el momento del descarrilamiento el tren circulaba a 153 kilómetros por hora, según estos datos, que son provisionales y están a espera del informe de la Policía Judicial.

Según la información recuperada ayer de las cajas negras del tren, en los minutos previos al descarrilamiento el conductor recibió una llamada en su teléfono profesional en la que personal de la empresa le dio indicaciones sobre la ruta hacia la ciudad de Ferrol, final del trayecto del tren que había partido de Madrid.

Estudiaba un plano de papel

Por el contenido de la conversación y por el ruido de fondo, “parece que el maquinista consulta un plano o algún documento similar en papel”, señala el Tribunal Superior en un comunicado.

El vaciado de datos de las cajas negras del tren que descarriló el pasado 24 de julio en Santiago de Compostela, la capital de la región de Galicia (noroeste de España), concluyó tras cinco horas de trabajo, un proceso en el que hubo un ligero retraso por la práctica de una nueva diligencia.

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago de Compostela, Luis Aláez, ordenó la realización de copias de seguridad del contenido de las cajas, informaron fuentes próximas a la investigación.

Se han extraído tanto datos técnicos como de voz, y se ha hecho una transcripción de las conversaciones en tiempo real, señalaron las mismas fuentes consultadas.

En un primer momento el juez se reunió con personal de la Policía Científica para definir los pasos a seguir para el volcado de la información de las cajas negras.

Procedimiento riguroso

A continuación, el titular del juzgado, la secretaria judicial y el fiscal se reunieron con la Policía científica, judicial, técnicos de Renfe y la empresa gestora de las líneas Adif y técnicos de la Comisión de Investigación del Ministerio de Fomento para analizar la forma en que se iba a acceder a la información y comprobar que todas las partes estaban de acuerdo.

Una vez recibidas las especificaciones técnicas de las cajas negras y de realizar una prueba se procedió al volcado de información a fin de que quedase totalmente garantizada la integridad y fiabilidad del contenido.

Para ello los datos fueron extraídos en un lápiz de memoria aportado por el juzgado y posteriormente se hicieron copias autentificadas con firma digital. Los vagones y las máquinas se encuentran custodiados por la policía en una nave semidescubierta a unos veinte kilómetros de Santiago de Compostela.

Hasta que se completen las inspecciones oculares no serán retirados los vagones y todavía está pendiente el acceso a pequeñas zonas cerradas por hierros que hay que cortar, apunta el Tribunal Superior, que señala que existe “la posibilidad de que se trasladen perros para realizar una última inspección de los restos”.

Error humano en trenes suizos

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ENCIMADOS  VISTA DE LA MAQUINA Y VAGONES DE
LOS TRENES SUIZOS SINIESTRADOS.


Un error humano es la principal hipótesis barajada para explicar la causa del choque frontal de dos trenes en Suiza, que causó un muerto y 40 heridos y que se produjo cuando uno de los maquinistas no respetó una señal luminosa, confirmó ayer la policía suiza.

El accidente tuvo lugar la noche del lunes en la región central de Suiza, después de que el conductor de uno de los trenes, proveniente de la localidad de Payerne, detuviese el convoy en la estación de Grange-près-Marnand, para permitir la bajada y subida de pasajeros.

Unos minutos y 200 metros después de volver a arrancar, el tren chocó con otro procedente de Lausana, explicaron en una conferencia de prensa autoridades policiales y responsables de la compañía suiza de trenes (CFF).

El maquinista, sin embargo, tenía que haber mantenido el tren detenido, como le indicaba la señalización luminosa, para dejar pasar al que procedía de Lausana, que solo debía cruzar la estación de pasajeros sin detenerse en ella.

El conductor del primer tren, de 54 años, tuvo tiempo de accionar el freno de emergencia y abandonar la cabina, como indican los procedimientos del CFF, mientras que su colega, que conducía el tren de Lausana no tuvo esa suerte y es, al menos por el momento, la única víctima mortal del accidente.

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