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Aborígenes de diferentes comunidades de la localidad de General Ballivián tomaron en la mañana de ayer el edificio municipal, para exigir la reactivación de una obra de electrificación. La misma beneficiará a las comunidades aborígenes. En la actualidad, la mayoría de las viviendas para acceder a la energía eléctrica están “enganchadas” de la red de alumbrado público.
Debido a la protesta, el personal ni los funcionarios municipales pudieron ingresar a prestar las tareas habituales que se realizan en el municipio.
Por la medida adoptada por los aborígenes el personal municipal ni los funcionarios pudieron ingresar a sus tareas habituales. El dirigente wichi y cacique de la comunidad El Quebrachal Jonatan Félix manifestó a El Tribuno que persistirán con la medida “hasta que algún funcionario del Gobierno de la provincia se comprometa a terminar con la obra, que debía estar concluida en diciembre del año pasado pero que quedó a medias. Hace tres semanas el contratista dejó la obra abandonada porque según dicen, no hay plata para seguir con los trabajos”.
El dirigente aborigen recordó que el proyecto de electrificación para las comunidades originarias fue una larga lucha y fue incluida dentro del Fondo de Reparación Histórica. La obra debía finalizar en diciembre del año pasado.
“Lo que sabemos es que la plata para los trabajos la pone el municipio con la promesa del Gobierno de la provincia de devolverle lo que inviertan, pero como hasta el momento de la electrificación no le devolvieron un peso, la Municipalidad no quiere seguir poniendo plata”, aseguró Félix.
El dirigente explicó que el proyecto era de 5.000 metros lineales, pero lo bajaron a 3.000. “Hasta el momento solo hicieron parte del tendido y no construyeron los pilares ni hicieron la bajada hacia las viviendas, por lo que para tener electricidad estamos enganchados al alumbrado público. Si no tenemos respuesta de la provincia vamos endurecer la medida”, anticipó.