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Con el precio de la harina por las nubes, producto principalmente de la pésima cosecha de trigo que hubo esta temporada, el Gobierno nacional castigará a los productores y exportadores con la ley de abastecimiento, si hasta mañana no se normaliza la provisión de trigo en el país. El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, echó mano a esta nueva medida buscando que baje el precio de la harina y el valor del pan que, en algunas provincias, ya cuesta por arriba de $15 el kilo.
En Argentina que falte trigo es algo realmente grave, ya que el país siempre fue considerado el granero del mundo. Cabe destacar que la cosecha de este año fue la segunda peor en décadas. Los ruralistas lo adjudican a las malas políticas aplicadas para el sector. El Gobierno, como es de costumbre, a la especulación.
Ayer se supo que el funcionario llamó personalmente a las empresas exportadoras y les dio 48 horas para solucionar el desabastecimiento. Los privados no se quedaron callados y le respondieron que la plaza interna nunca quedó desabastecida, aún cuando las principales existencias están en poder de los productores (alrededor de 4 millones de toneladas) y que “con su lógica económica, retienen”.
La ley 20680 fue aprobada y reglamentada en 1974 y autoriza a las autoridades a decomisar el cereal a productores y acopiadores. Y si las cosas no salen como las pide Moreno, se informó que se procederá a decomisar el trigo para abastecer a molinos que lo soliciten, al precio de paridad de exportación.
La norma dice que se podrá “establecer, para cualquier etapa del proceso económico, precios máximos y/o márgenes de utilidad y/o disponer la congelación de los precios en los niveles vigentes o en cualquiera de los niveles anteriores”, y “dictar normas que rijan la comercialización, intermediación, distribución y/o producción”. Esa misma ley marca autoriza a los funcionarios a “obligar a continuar con la producción, industrialización, comercialización, distribución o prestación de servicios”.
Cualquiera de las acciones mencionadas se puede aplicar, según la normativa, cuando se eleven “artificial o injustificadamente los precios en forma que no responda proporcionalmente a los aumentos de los costos, u obtuvieren ganancias abusivas”.
En las provincias los consumidores siguen reclamando por los marcados aumentos del precio del pan. Los industriales se defienden mostrando lo que pagan por el kilo de harina.
Las voces
El ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, ya había advertido que el Gobierno tomaría medidas si llegara a faltar trigo en el mercado interno. El pronóstico del funcionario se confirmó ayer cuando se conoció la nueva disposición de la Secretaría de Comercio Interior.
Fuentes empresarias afirmaron que el sector exportador “nunca dejó de abastecer al mercado interno. Comentaron que lo hace a pesar de que en marzo se redujo el monto de exportación (de 5 a 3 millones de toneladas). “Lo que sucede -explicaron- es que el trigo condición cámara no siempre satisface los requerimientos de calidad de la molinería”. La asociación de productores, Argentrigo, sostuvo que “la situación actual es producto de las políticas implementadas en los últimos siete años”.
Argentrigo: “Se administra la escasez”
La Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo) criticó las políticas del Gobierno nacional de los últimos siete años y responsabilizó a las “interferencias en la cadena comercial”, la falta de incentivos que sufre el sector. En un comunicado que titularon “Nada es sorpresa”, las autoridades de la entidad se quejaron porque el Ejecutivo administra la escasez, cuando “deberíamos estar debatiendo sobre cómo seguir desarrollando mercados”. “La situación actual es producto de las políticas implementadas en los últimos siete años: retenciones y cuotificación arbitraria de exportaciones en tiempo y volumen”, denunció ArgenTrigo.
Los productores explicaron que la localización del consumo de trigo no está regionalizada. “La producción quedó relegada a zonas netamente trigueras, ubicándose donde es más competitivo, encareciendo los costos de transporte”.