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Tras haberse conocido que una joven deportista de 19 años fue secuestrada en la intersección de calles Uriburu y J. A. Fernández, el sábado pasado, la Policía indagó ayer a la denunciante y no le cree.
Durante la jornada de ayer, miembros de la Brigada de Investigaciones en conjunto con la División Trata de Personas se entrevistó con la damnificada y “una efectivo le dijo que estaba mintiendo porque ellos hicieron averiguaciones y no pudo haber sido secuestrada por un automóvil negro”, dijo una fuente a El Tribuno.
Por su parte, la familia de la víctima no quiso brindar mayores detalles “porque no queremos que los policías vuelvan a buscarla, porque eso no le hace bien”.
Los efectivos sospechan que la joven inventó una historia y podrían dar por finalizado el caso en los próximos días.
Sin embargo, pese a no creer en este hecho, la Policía aún desconoce del paradero de al menos siete mujeres que también podrían haber sido secuestradas en Salta.
LA OPINION Escuchar sin criminalizar Por RODOLFO CEBALLOS, PERIODISTA Y PSICOLOGO |
El Protocolo de Palermo (Italia, 2000) indica cómo actuar en casos de trata de persona. Del documento se desprende que el psicólogo interviniente escucha el sufrimiento de la persona. No la juzga como fabuladora ni la culpa de su propia situación. El paradigma es que la pesquisa no podrá anteponer el interés de la investigación y de la recolección de la prueba por encima de la integridad mental y física del denunciante o la víctima. El psicólogo conocerá de derechos humanos y estudios de género. Hay un dolor psíquico en la persona, trauma del hecho vivido (violación, secuestro, etc.). Y lo que ella recuerda se debe escuchar. Sin criminalizar ni revictimizar. |